Columna de Luis Fernando Montoya: Comesaña y Júnior de Barranquilla, simbiosis
“La suerte para triunfar en la vida se llama: creer en ti”. Anónimo.
La relación entre la familia Char (dueña del Júnior de Barranquilla) y el técnico colombo-uruguayo Julio Comesaña es demasiado estrecha. Ambos se sienten cómodos trabajando juntos, y cuando han roto vuelven y se buscan para seguir compartiendo las metas del equipo barranquillero.
Cuando no está Julio Comesaña al frente del equipo y llegan otros técnicos, a estos les ha costado trabajar tranquilamente para alcanzar los objetivos y terminan cancelándoles el contrato. Y han pasado técnicos de toda clase, incluso mundialistas.
Algunos puntos que podrían servir para el análisis de dicho fenómeno en el Júnior: primero, confianza. En el fondo, los dueños del equipo creen en el técnico. Seguramente han considerado que el “único” que funciona allá es Don Julio.
Segundo, cultura. Adaptarse, conocer, interpretar y dirigir en Barranquilla no es fácil. Tal vez Comesaña, con tantos años allá, tenga claro cómo orientar a sus dirigidos en el ámbito en el que se desenvuelven y viven.
Tercero, resultados. Su presencia en el equipo ha estado acompañada de varios títulos a escala nacional. Incluso, los llevó a ser subcampeones en la Copa Sudamericana, lo que refuerza la credibilidad en él.
Cuarto, reciprocidad. Los dueños del equipo y el técnico confían en lo que hacen. Conocen pormenores, detalles del manejo del equipo, han compartido muchos años juntos y eso da pie para fortalecer su relación de trabajo y amistad.
Los interrogantes a resolver son: ¿qué pasará cuando ya definitivamente el profesor Comesaña no vuelva a dirigir? ¿Será importante aprovechar su presencia para hacer una escuela de técnicos con la línea del profesor Julio?
Cuando un técnico nuevo llegue a Júnior, lo primero que debe contratar y hacer es un estudio sociocultural y psicológico de todo el entorno que rodea al equipo para poder llevar a cabo su proyecto de trabajo.
A Atlético Júnior, al profesor Comesaña y a su querida afición, muchos éxitos en este décimo regreso a la institución.
“La suerte para triunfar en la vida se llama: creer en ti”. Anónimo.
La relación entre la familia Char (dueña del Júnior de Barranquilla) y el técnico colombo-uruguayo Julio Comesaña es demasiado estrecha. Ambos se sienten cómodos trabajando juntos, y cuando han roto vuelven y se buscan para seguir compartiendo las metas del equipo barranquillero.
Cuando no está Julio Comesaña al frente del equipo y llegan otros técnicos, a estos les ha costado trabajar tranquilamente para alcanzar los objetivos y terminan cancelándoles el contrato. Y han pasado técnicos de toda clase, incluso mundialistas.
Algunos puntos que podrían servir para el análisis de dicho fenómeno en el Júnior: primero, confianza. En el fondo, los dueños del equipo creen en el técnico. Seguramente han considerado que el “único” que funciona allá es Don Julio.
Segundo, cultura. Adaptarse, conocer, interpretar y dirigir en Barranquilla no es fácil. Tal vez Comesaña, con tantos años allá, tenga claro cómo orientar a sus dirigidos en el ámbito en el que se desenvuelven y viven.
Tercero, resultados. Su presencia en el equipo ha estado acompañada de varios títulos a escala nacional. Incluso, los llevó a ser subcampeones en la Copa Sudamericana, lo que refuerza la credibilidad en él.
Cuarto, reciprocidad. Los dueños del equipo y el técnico confían en lo que hacen. Conocen pormenores, detalles del manejo del equipo, han compartido muchos años juntos y eso da pie para fortalecer su relación de trabajo y amistad.
Los interrogantes a resolver son: ¿qué pasará cuando ya definitivamente el profesor Comesaña no vuelva a dirigir? ¿Será importante aprovechar su presencia para hacer una escuela de técnicos con la línea del profesor Julio?
Cuando un técnico nuevo llegue a Júnior, lo primero que debe contratar y hacer es un estudio sociocultural y psicológico de todo el entorno que rodea al equipo para poder llevar a cabo su proyecto de trabajo.
A Atlético Júnior, al profesor Comesaña y a su querida afición, muchos éxitos en este décimo regreso a la institución.