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“El crecimiento nunca es por mera casualidad; es el resultado de fuerzas que trabajan juntas”, James Penney.
El joven entrenador del Atlético Nacional ha demostrado que a pesar de las inconformidades por su nombramiento como técnico en propiedad del club verdolaga, con su aptitud y actitud viene dando resultados, para muchos, inesperados; pero, para quienes hemos tenido referencia de él como persona y técnico de fútbol, ratifica todo el potencial que tiene para salir adelante.
Es un técnico formado académicamente como licenciado en Educación Física. Cuando comencé como fundador de la Tecnología en Dirección Técnica de Fútbol, en el SENA, regional Antioquia, él estuvo como aprendiz en esa primera cohorte. También tiene la licencia Pro para dirigir en el fútbol colombiano y a escala internacional; por lo tanto, tiene respaldo cognitivo para su desempeño. Como técnico, es un hombre de procesos. Inició en las categorías menores del Club Estudiantil y también en las selecciones de Antioquia, con las que ganó varios títulos. Llegó a Atlético Nacional también haciendo su proceso hasta llegar al equipo profesional, muy parecido a mi recorrido. Cada día se va fortaleciendo en su proceso como persona y como entrenador.
En cuanto a sus valores, es un ser honesto, leal, de buen manejo de grupo; tiene comunicación asertiva con sus dirigidos e idénticos comportamientos en su ámbito familiar.
Está muy bien rodeado, comenzando por el maestro Francisco Maturana, hombre con mucha sapiencia y experiencia; René Higuita, de las entrañas del club e ídolo; más el resto del cuerpo técnico, todo bajo la dirección del nuevo presidente, Emilio, también conocedor del fútbol y con el aval de los dueños.
En el aspecto futbolístico, viene imprimiéndole su idea de juego al plantel, donde predominan lo colectivo, el buen manejo del balón y saber manejar los ritmos del partido. Tácticamente, es ordenado en el terreno de juego: sus integrantes saben a qué juegan y son eficaces en la definición.
El grupo de jugadores, algunos con mucha experiencia, ha sabido asimilar lo que quiere el técnico y algo clave: cree en él. Eso es muy importante para consolidar una idea. El profesor Restrepo va por buen camino, aunque sigue en formación. Ahora lo importante es que sepa aceptar ayuda y afrontar los momentos de adversidad, que seguro llegarán.
