“Ganar significa que estás dispuesto a ir más lejos, trabajar más duro y dar mas que cualquier otra persona”, Vince Lombardi.
Por fin llegó la final en el Mundial de Catar y la disputarán nada más ni nada menos que Argentina y Francia, dos selecciones que ya saben qué es jugar una final y han saboreado el título. Por eso esperamos ver un partido acorde a esa historia, para el deleite de todos los aficionados al fútbol a escala mundial. Para ser campeón hay que tener una mentalidad profunda, trabajar en equipo y que los líderes estén verdaderamente presentes en el momento indicado. Hay que ser ordenados en el juego, tomar las mejores decisiones, evitar expulsiones, tener la fortuna de no sufrir lesiones, contar con la entrega de los jugadores y saber asumir el resultado, bueno o malo.
Argentina ha sido campeón mundial dos veces, en 1978 y 1986; es decir, hace 36 años no tiene la Copa Mundo en sus manos y esta vez, con la orientación de Lionel Scaloni y la magia de Lionel Messi, esperan poder conquistarla. Por su ADN, tiene un gran espíritu de lucha, no se da por vencida hasta el final y, en muchos pasajes de los partidos, ha mostrado juego colectivo. Sus individualidades se han puesto al servicio del equipo y presionan bien al contrario. Su medio campo es muy fuerte y su líder, Messi, ha aparecido en los momentos adecuados para llevar a sus compañeros al triunfo e incluso marcando goles. En una dupla importante con un juvenil potente, guapo, que se mueve muy en el área contraria y gran definidor, como Julián Álvarez. Hay que contar también por el buen momento que pasa su arquero Dibu Martínez. Por lo tanto, es una selección muy aguerrida para jugar sus partidos.
Francia también ha ganado dos mundiales, 1998 y 2018. Es el actual campeón del mundo, bajo la dirección técnica de Didier Deschamps. Tiene la velocidad, gambeta, potencia y buena definición de Mbappé. La ausencia de Benzema la ha suplido muy bien Oliver Giroud. El buen momento de Griezmann y la seguridad que da el arquero Lloris en su juego. Son muy contundentes por los costados. Mbappé marca la diferencia, por eso el partido será muy parejo. Así sean equipos de altísimo rendimiento, la parte mental será fundamental. Seguro que ambas selecciones estarán a la altura de las expectativas.
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