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Fútbol sin miedo: que la pasión sea alegría, no violencia

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Luis Fernando Montoya
26 de diciembre de 2025 - 12:00 a. m.
Aficionados de Medellín se enfrentan con Integrantes de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO) este miércoles, al finalizar el partido de vuelta por la final de la Copa Colombia entre Medellín y Nacional en el estadio Atanasio Girardot, en Medellín (Colombia).
Aficionados de Medellín se enfrentan con Integrantes de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO) este miércoles, al finalizar el partido de vuelta por la final de la Copa Colombia entre Medellín y Nacional en el estadio Atanasio Girardot, en Medellín (Colombia).
Foto: EFE - STR
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“La violencia es el último recurso del incompetente”

Isaac Asimov

Los estadios de fútbol fueron construidos para ir a ver un buen partido, disfrutar del espectáculo, compartir con amigos (así sean de otro equipo de fútbol), con la familia y pasar un momento lleno de gozo. Pero infortunadamente estamos viviendo todo lo contrario: zozobra, angustia, llanto y tener que salir del escenario de cualquier forma. No hay derecho a todo esto.

La violencia en los estadios no es ajena a lo que vivimos en nuestra sociedad y en muchas de nuestras familias: ambición desbordada, cambio de los valores, predominio del tener, dificultades económicas, trastornos emocionales y mentales, y consumo de sustancias psicoactivas, entre otras. Inconsciente o conscientemente, todo eso se traslada a los estadios sin medir las consecuencias que genera en los asistentes, donde vamos personas en situación de discapacidad, niños, adultos mayores, y nos vemos enfrentados a momentos difíciles como lo ocurrido en la final del clásico paisa, donde el desbordamiento de la agresividad, la ira y la pérdida de la conciencia generó un gran caos para los amantes del fútbol que tenemos derecho a ir a una tarde de esparcimiento y no a una tarde de terror y miedo.

Es la oportunidad para reflexionar sobre el uso excesivo de la pólvora, que se ha convertido en un agente de dificultad para la salud de los asistentes. Sería muy especial buscar otras estrategias de apoyo a los equipos (seguramente habrá muchas más), también estrechar las medidas de control, verificación y seguimiento a quienes asistamos a los estadios, para poder retomar el fútbol como símbolo de diversión y alegría.

El fútbol merece alegría, no violencia; que cada hincha sea guardián de la paz en la tribuna.

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