“Despacio y con buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas”: Antonio Machado.
El equipo barranquillero conformó un grupo para luchar por conquistar los campeonatos en los cuales participa: Liga Águila, Copa Sudamericana y Copa Águila, en los que hasta el momento sigue con opciones claras para cumplir los objetivos propuestos.
Las personas exitosas trabajan por mantenerse el mayor tiempo de sus vidas con entusiasmo, buscan soluciones a sus dificultades, se rodean de personas emprendedoras, buscan actualizar sus conocimientos y de las adversidades sacan el mejor provecho.
El Júnior tiene una nómina amplia, bien conformada, que le permite afrontar tranquilamente los tres torneos e ir variándola de acuerdo con sus necesidades.
Para este torneo, varios factores se han unido para ir por buen camino:
1. Directivos: Empezaron por hacer una reestructuración en el cuerpo técnico y contrataron a un hombre de la casa, conocedor del club y del medio. Ya había pasado por el equipo Julio Comesaña, pero esta vez hicieron una gran inversión para contratar jugadores de alto rendimiento, como Yimmi Chará y Teófilo Gutiérrez, generando gran confianza dentro del club y en la afición, consiguiendo hasta ahora buenos resultados.
2. Cuerpo técnico: Hasta el momento el conjunto costeño ha asimilado muy bien lo que quiere el técnico: un equipo tácticamente ordenado, con buen manejo del balón, eficaz en la definición y cada vez trabaja más en colectivo, aunque debe mejorar cuando en el terreno de juego no están sus dos hombres claves: Chará y Teófilo.
3. Nómina: Es amplia, combinada de experiencia y juventud. Jugadores técnicamente bien dotados, se percibe un buen ambiente de equipo. Ahora es mejorar lo que tenga que hacer y sellar su buen momento con títulos. El primero sería el de la Copa Águila, frente al Medellín.
4. Afición: Es el mejor momento del equipo para que su gran afición continúe acompañándolo y disfrute de los logros que vayan consiguiendo.
Será fundamental trabajar la parte mental en ambas situaciones: en el triunfo y en la derrota.
“Despacio y con buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas”: Antonio Machado.
El equipo barranquillero conformó un grupo para luchar por conquistar los campeonatos en los cuales participa: Liga Águila, Copa Sudamericana y Copa Águila, en los que hasta el momento sigue con opciones claras para cumplir los objetivos propuestos.
Las personas exitosas trabajan por mantenerse el mayor tiempo de sus vidas con entusiasmo, buscan soluciones a sus dificultades, se rodean de personas emprendedoras, buscan actualizar sus conocimientos y de las adversidades sacan el mejor provecho.
El Júnior tiene una nómina amplia, bien conformada, que le permite afrontar tranquilamente los tres torneos e ir variándola de acuerdo con sus necesidades.
Para este torneo, varios factores se han unido para ir por buen camino:
1. Directivos: Empezaron por hacer una reestructuración en el cuerpo técnico y contrataron a un hombre de la casa, conocedor del club y del medio. Ya había pasado por el equipo Julio Comesaña, pero esta vez hicieron una gran inversión para contratar jugadores de alto rendimiento, como Yimmi Chará y Teófilo Gutiérrez, generando gran confianza dentro del club y en la afición, consiguiendo hasta ahora buenos resultados.
2. Cuerpo técnico: Hasta el momento el conjunto costeño ha asimilado muy bien lo que quiere el técnico: un equipo tácticamente ordenado, con buen manejo del balón, eficaz en la definición y cada vez trabaja más en colectivo, aunque debe mejorar cuando en el terreno de juego no están sus dos hombres claves: Chará y Teófilo.
3. Nómina: Es amplia, combinada de experiencia y juventud. Jugadores técnicamente bien dotados, se percibe un buen ambiente de equipo. Ahora es mejorar lo que tenga que hacer y sellar su buen momento con títulos. El primero sería el de la Copa Águila, frente al Medellín.
4. Afición: Es el mejor momento del equipo para que su gran afición continúe acompañándolo y disfrute de los logros que vayan consiguiendo.
Será fundamental trabajar la parte mental en ambas situaciones: en el triunfo y en la derrota.