“La unidad es la fuerza. Cuando hay trabajo en equipo y colaboración, se pueden lograr cosas maravillosas”, Mattie Stepanek. Se realizó el sorteo de las eliminatorias al Mundial en Catar y nuestra selección de fútbol inicia de local en Barranquilla frente a Venezuela y termina en noviembre del año 2021, de visitante frente a la misma selección vino tinto, luego de un largo recorrido.
El liderazgo no es sinónimo de dominación, sino el arte de convencer a la gente de que colabore para alcanzar un objetivo común. Y en el proceso que lleva a cabo el profesor Carlos Queiroz, el DT ha sido muy enfático en varias cosas, pero quiero destacar dos.
1. Trabajo en equipo: su discurso siempre ha estado encaminado en resaltar la importancia del colectivo por encima de las individualidades, en lo personal y futbolístico, compaginado con su estilo de juego propio de su formación europea.
2. Rendimiento: los futbolistas deben tener un ritmo de competencia para venir a defender los colores patrios, por eso insiste en que deben estar jugando en sus equipos de origen para llegar en óptimas condiciones a la selección nacional.
Los que sean convocados deben tener muy claro en su parte cognitiva lo que el técnico quiere de cada uno, trabajar en todo lo anterior y, sobre todo, buscar minutos que den la regularidad que pide el seleccionador. En lo que respecta al fixture, como se dice en el ambiente futbolístico, hay que jugar contra todos, pero empezar de local puede que le dé una ventaja a la hora sumar la mayor cantidad de los 54 puntos en disputa. Eso sí, no hay que subestimar a Venezuela, pues nos han causado problemas y ahora están más preparados que nunca.
De seguro, a lo largo del camino, los aficionados estarán apoyando, como ha pasado en las últimas eliminatorias, pues los jugadores y la misma selección han dado muchas alegrías. Ojalá que estas se repitan.
“La unidad es la fuerza. Cuando hay trabajo en equipo y colaboración, se pueden lograr cosas maravillosas”, Mattie Stepanek. Se realizó el sorteo de las eliminatorias al Mundial en Catar y nuestra selección de fútbol inicia de local en Barranquilla frente a Venezuela y termina en noviembre del año 2021, de visitante frente a la misma selección vino tinto, luego de un largo recorrido.
El liderazgo no es sinónimo de dominación, sino el arte de convencer a la gente de que colabore para alcanzar un objetivo común. Y en el proceso que lleva a cabo el profesor Carlos Queiroz, el DT ha sido muy enfático en varias cosas, pero quiero destacar dos.
1. Trabajo en equipo: su discurso siempre ha estado encaminado en resaltar la importancia del colectivo por encima de las individualidades, en lo personal y futbolístico, compaginado con su estilo de juego propio de su formación europea.
2. Rendimiento: los futbolistas deben tener un ritmo de competencia para venir a defender los colores patrios, por eso insiste en que deben estar jugando en sus equipos de origen para llegar en óptimas condiciones a la selección nacional.
Los que sean convocados deben tener muy claro en su parte cognitiva lo que el técnico quiere de cada uno, trabajar en todo lo anterior y, sobre todo, buscar minutos que den la regularidad que pide el seleccionador. En lo que respecta al fixture, como se dice en el ambiente futbolístico, hay que jugar contra todos, pero empezar de local puede que le dé una ventaja a la hora sumar la mayor cantidad de los 54 puntos en disputa. Eso sí, no hay que subestimar a Venezuela, pues nos han causado problemas y ahora están más preparados que nunca.
De seguro, a lo largo del camino, los aficionados estarán apoyando, como ha pasado en las últimas eliminatorias, pues los jugadores y la misma selección han dado muchas alegrías. Ojalá que estas se repitan.