Nada hay fácil en un proceso de paz como el que se cumple en Colombia. El domingo pasado fuimos impactados por noticias extraordinarias contenidas en el Comunicado Conjunto Gobierno Farc-Ep número 55 que se titula: “Agilizar en La Habana y desescalar en Colombia”. Justo lo que era necesario decir y hacer frente al descreimiento creciente acerca de la paz entre la ciudadanía.
Pero no a todos gustó este paso. A algunos, con bastante capacidad de resonancia mediática, les parece que el gobierno hace excesivas concesiones a los insurgentes y que se compromete en una perspectiva de desescalamiento que limita su capacidad y obligación de actuar contra el crimen con lo cual pondría en riesgo la seguridad ciudadana.
¿Qué dice el comunicado 55? Dice: “Con el objetivo de fortalecer la confianza de los colombianos y las colombianas en el proceso de paz, y también la confianza entre las delegaciones: I. Hacer todos los esfuerzos necesarios para llegar sin demoras a la firma del Acuerdo Final. II. En particular, acordar sin demoras los términos del Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de Armas, incluyendo el sistema de monitoreo y verificación. III. En el entretanto: Las FARC-EP, como medida de desescalamiento mantendrán la suspensión unilateral de todo tipo de acciones ofensivas. Por su parte, el Gobierno Nacional a partir del 20 de julio pondrá en marcha un proceso de desescalamiento de las acciones militares, en correspondencia con la suspensión de acciones ofensivas por parte de las FARC-EP”.
No se incluye aquí todavía la medida de concentración de la tropa insurgente, más de 6000 unidades según los más recientes cálculos, en sitios determinados como lo pretende el partido Centro Democrático que, por ello, considera que en nada se ha avanzado y en mucho se ha retrocedido. Humberto de la Calle ha explicado al respecto que ese paso, indispensable, ocurrirá en el momento oportuno. Ocurrirá, sin duda, cuando la acumulación de elementos en juego indique que el resultado será exitoso. El nuevo Ministro de Defensa ha anunciado que su esfuerzo se centrará en dar garantías ciertas a quienes hacen la paz. Realmente los opositores en su prurito obstruccionista se están quedando sin argumentos.
“Para ello, expresa el comunicado, las delegaciones solicitarán el acompañamiento en la sub comisión técnica de un delegado del Secretario General de Naciones Unidas y un delegado de la presidencia de UNASUR (actualmente Uruguay), con el fin de que contribuya a poner en marcha la discusión sobre el sistema de monitoreo y verificación y a preparar desde ahora su implementación, sin perjuicio de la decisión de las delegaciones sobre la participación en el futuro, en el sistema de monitoreo y verificación, de otras organizaciones o países”. Razonable previsión puesta en manos competentes.
Y algo impensable que un día pudieran suscribir las Farc-EP: “En todo caso el Gobierno Nacional y sus instituciones, en cumplimiento de sus obligaciones constitucionales, continuarán garantizando la protección de todos los colombianos y el cumplimiento de la ley en todo el territorio Nacional. El Gobierno continuará persiguiendo el delito y en ningún caso tolerará que ninguna organización al margen de la ley ejerza coerción sobre las comunidades mediante el uso de las armas”. Esta es la premisa sólida del monopolio de la fuerza en manos del Estado con la seguridad de que la usará solo para garantizar los derechos ciudadanos.
Realmente se ha dado un paso oportuno en la dirección correcta que merece el pleno apoyo de la ciudadanía como se hará en el Encuentro Nacional de Paz previsto para los días 22 y 23 de julio.
@luisindandoval
Nada hay fácil en un proceso de paz como el que se cumple en Colombia. El domingo pasado fuimos impactados por noticias extraordinarias contenidas en el Comunicado Conjunto Gobierno Farc-Ep número 55 que se titula: “Agilizar en La Habana y desescalar en Colombia”. Justo lo que era necesario decir y hacer frente al descreimiento creciente acerca de la paz entre la ciudadanía.
Pero no a todos gustó este paso. A algunos, con bastante capacidad de resonancia mediática, les parece que el gobierno hace excesivas concesiones a los insurgentes y que se compromete en una perspectiva de desescalamiento que limita su capacidad y obligación de actuar contra el crimen con lo cual pondría en riesgo la seguridad ciudadana.
¿Qué dice el comunicado 55? Dice: “Con el objetivo de fortalecer la confianza de los colombianos y las colombianas en el proceso de paz, y también la confianza entre las delegaciones: I. Hacer todos los esfuerzos necesarios para llegar sin demoras a la firma del Acuerdo Final. II. En particular, acordar sin demoras los términos del Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de Armas, incluyendo el sistema de monitoreo y verificación. III. En el entretanto: Las FARC-EP, como medida de desescalamiento mantendrán la suspensión unilateral de todo tipo de acciones ofensivas. Por su parte, el Gobierno Nacional a partir del 20 de julio pondrá en marcha un proceso de desescalamiento de las acciones militares, en correspondencia con la suspensión de acciones ofensivas por parte de las FARC-EP”.
No se incluye aquí todavía la medida de concentración de la tropa insurgente, más de 6000 unidades según los más recientes cálculos, en sitios determinados como lo pretende el partido Centro Democrático que, por ello, considera que en nada se ha avanzado y en mucho se ha retrocedido. Humberto de la Calle ha explicado al respecto que ese paso, indispensable, ocurrirá en el momento oportuno. Ocurrirá, sin duda, cuando la acumulación de elementos en juego indique que el resultado será exitoso. El nuevo Ministro de Defensa ha anunciado que su esfuerzo se centrará en dar garantías ciertas a quienes hacen la paz. Realmente los opositores en su prurito obstruccionista se están quedando sin argumentos.
“Para ello, expresa el comunicado, las delegaciones solicitarán el acompañamiento en la sub comisión técnica de un delegado del Secretario General de Naciones Unidas y un delegado de la presidencia de UNASUR (actualmente Uruguay), con el fin de que contribuya a poner en marcha la discusión sobre el sistema de monitoreo y verificación y a preparar desde ahora su implementación, sin perjuicio de la decisión de las delegaciones sobre la participación en el futuro, en el sistema de monitoreo y verificación, de otras organizaciones o países”. Razonable previsión puesta en manos competentes.
Y algo impensable que un día pudieran suscribir las Farc-EP: “En todo caso el Gobierno Nacional y sus instituciones, en cumplimiento de sus obligaciones constitucionales, continuarán garantizando la protección de todos los colombianos y el cumplimiento de la ley en todo el territorio Nacional. El Gobierno continuará persiguiendo el delito y en ningún caso tolerará que ninguna organización al margen de la ley ejerza coerción sobre las comunidades mediante el uso de las armas”. Esta es la premisa sólida del monopolio de la fuerza en manos del Estado con la seguridad de que la usará solo para garantizar los derechos ciudadanos.
Realmente se ha dado un paso oportuno en la dirección correcta que merece el pleno apoyo de la ciudadanía como se hará en el Encuentro Nacional de Paz previsto para los días 22 y 23 de julio.
@luisindandoval