#HéroesEnLaVía

Madame Papita
17 de abril de 2020 - 05:00 a. m.

El mundo se reacomoda diariamente ante los desafortunados eventos que vemos con temor en la televisión. Sigue pareciéndonos un guion de una película de terror, o quizá una serie macabra que va pasando de ciudad en ciudad como capítulos que espantan. Sin embargo, como en cada historia, hemos identificado una serie de personajes que con luz propia y algo de humor negro nos alegran el eterno transcurrir de nuestros días.

Todas nuestras historias siempre tienen un inicio, un nudo y un desenlace, como nos enseñaron en primaria. Estos son, obviamente, el punto de partida de lo que como adultos podemos contar a nuestros pequeños como las grandes historias a la hora de dormir. Y este capítulo que estamos empezando a reseñar, esta historia negra de la pandemia que al parecer está comiéndose el mundo, no podrá quedar en nuestra memoria como el capítulo más triste del mundo sino, por el contrario, deberá poder ser contada con orgullo, empatía y agradecimiento por quienes a diario hicieron posible que cada uno de nosotros tuviera motivos de tranquilidad para seguir adelante.

Nuestra locación es este planeta tierra, que por demás es prestado y lo tenemos bien deteriorado. En el reparto macabro siempre hay un ser malvado y despreciable: COVID-19 o coronavirus, para que nos sintamos en familia. Mientras tanto, al otro lado hay un grupo de seres maravillosos que reconocemos como superhéroes, y que en nuestro país sí que es amplio: campesinos, transportadores de carga, conductores, empleados de tiendas y supermercados, operarios para construcción y mantenimiento de nuestras vías y puertos. Todos ellos no solo nos abastecen de alimentos y productos básicos, sino que permiten que nuestros médicos reciban equipos, medicamentos y demás implementos que necesitan para combatir el mal.

Esta historia parece simple, pero en realidad es una tarea titánica, donde solo los más generosos de corazón pueden entender lo que significa para nosotros esta labor. Cada uno de estos héroes deja sus familias, su tranquilidad y su seguridad por seguir construyendo país. No importa la distancia, ni las condiciones agrestes del camino, cada uno de estos eslabones de nuestra cadena de salvamento aporta incansablemente.

Comida, remedios, detalles, documentos, cartas y hasta viajes relámpago a ayudar a la abuela que está sola, ocurren gracias a nuestros transportadores. Quiero recordarles que desde siempre han sido ellos quienes han tenido esta labor, pero solo hasta ahora estamos entendiendo la dimensión de esta profesión. Aquí es donde empieza entonces el desenlace de esta historia de hoy, pues debemos recordarles a todos los seres humanos, ya que esto es un tema global, que nuestras historias sí tienen un final feliz, donde hay gente que le pone el alma a los desafíos, y es el recurso más valioso de nuestras sociedades.

Esto no es un contrapunteo de quién es más importante para la sociedad, ¿si un médico o un transportador? Pues si lo ponen en una balanza, tienen la misma tarea de salvamento los dos: curarnos, levantarnos y alimentarnos para poder pasar este capítulo amargo de nuestra historia reciente. Hoy quiero invitarlos a pensar en los domiciliarios, los taxistas, los camioneros, los conductores de buses, los operarios de los sistemas masivos, los policías y el ejército que en cada caravana y desplazamiento nos dan aire y vida sacrificando la tranquilidad propia.

Los médicos también son esos grandes transportadores de soluciones para nuestros enfermos. Son quienes, de manera directa y frontal, combaten hora a hora esta enfermedad. Sin embargo, todos estos superhéroes enfrentan además de COVID-19 una plaga monumental: la ignorancia y la exclusión de los sanos (eso creen ellos) que los maltrata, golpea y discrimina en sus casas, restaurantes y hasta se cambian de andén chiflándolos.

Por eso varios colombianos hemos decidido rendirles a todos un homenaje que enaltezca estas heroicas labores que en silencio nos ha mantenido tranquilos y seguros a lo largo de toda esta historia, y que en medio de estas particulares circunstancias están brillando más que nunca. Reconozcamos con orgullo el trabajo de transportadores de carga, conductores de servicio público, concesiones y trabajadores en las vías; que con su esfuerzo diario y compromiso permiten que Colombia se mantenga en movimiento y que nada falte en nuestros hogares.

Colorín colorado, este cuento ha cambiado. Y para poder seguir transformándolo los invitamos a hacer parte de pequeñas acciones de cambio. Grabando vídeos con mensajes de agradecimiento y motivación, compartiéndolos con la etiqueta #HéroesEnLaVía en sus redes sociales, visibilizándonos rápidamente en medio de una inmensa autopista del agradecimiento.

Gracias, héroes de la vía, por los alimentos que a diario consumimos en casa, por los medicamentos de mis papás y por la posibilidad de seguir trabajando por un sector que merece todo el reconocimiento y apoyo que les podamos dar hoy.

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