A Beethoven también lo criticaron

En estos días se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Ludwig van Beethoven, y aunque todavía faltan cuatro años para el bicentenario del fallecimiento, ya son muchas las entidades musicales que se están preparando para conmemorar, como es debido, a quien fue una de las cumbres musicales de la civilización occidental. La titánica figura artística de Beethoven parecería que está más allá de cualquier crítica negativa, pero la realidad es que en sus tiempos fueron muchos los comentarios negativos que hicieron sobre su música, y es divertido comprobar la forma como esos críticos se equivocaron.

No quiero traer a cuento lo que un “musicólogo” de nuestros tiempos opinó al decir que Beethoven representaba todos los defectos de una civilización regida por blancos y que su música debería ser archivada, pero sí se puede recordar que críticos contemporáneos del compositor consideraron que la Sinfonía Heroica era demasiado larga y que se le debería hacer una juiciosa serie de cortes para que funcionara. Quien dijo esto fue otro músico, Ludwig Spohr, quien hoy día está prácticamente olvidado mientras que la Tercera sinfonía se sigue tocando. Igualmente hubo algunos que opinaron sobre el último movimiento de la Novena Sinfonía, que era una melodía vulgar que destruía el poema de Schiller, mientras que a la ópera Fidelio la despedazaron sin misericordia.

Un tal Gottfried Weber, poco antes de la muerte de Beethoven, decía que muy pronto caería un piadoso velo en las aberraciones de su musa, aunque Beethoven sí comentó sobre esto y escribió una nota al margen de la publicación, donde afirmó que lo que él defecaba valía más que esos comentarios.

Un escritor llamado Nicolás Slonimsky hizo una graciosa antología de malas críticas a músicos, y en ella dedicó más de 10 páginas a quienes habían escrito mal de Beethoven, es decir, que ni siquiera un gran genio como este se libró de la incomprensión. Claro que hoy eso se considera como una aberración quizás originada en la dificultad que hay en aceptar lo que no es familiar y lo que cambia las tradiciones existentes. Pero la obra de Beethoven sigue siendo tocada y gozada por los amantes de la música y pocos se acuerdan de esos comentarios. De hecho, hubo un compositor, Max Reger, a quien un crítico vienés llamado Rudolf Louis destrozó en una de sus críticas. Reger le mandó una carta donde le decía: “Estoy sentado en el cuarto más pequeño de mi casa. Tengo su escrito delante de mí. En un momento estará detrás”. Una buena forma de recordar que mientras que el arte continúa, los críticos ya han sido olvidados.