El 7 de mayo se cumplen dos siglos de la muerte de Antonio Salieri, el músico que ha sido injustamente acusado de haber envenenado a Mozart. Digo injustamente, ya que el consenso médico es que Mozart murió de problemas renales que difícilmente podrían haber sido causados por un veneno. Pero el rumor comenzó en vida misma de Salieri, cuando este, que en sus años postreros sufría de demencia, balbuceaba que era él quien había matado a Mozart. Esos rumores los recogió Pushkin en una corta obra de teatro llamada precisamente Mozart y Salieri, que posteriormente Rimski-Kórsakov adaptó a una ópera que se representa ocasionalmente. En estas se inspiró el dramaturgo británico Peter Shaffer, quien hizo un drama llamado precisamente Amadeus, que gira alrededor de la leyenda y que Miloš Forman llevó posteriormente al cine en una espléndida película.
Por estos antecedentes son muchos quienes creen a pies puntillas en la leyenda que Mozart murió envenenado por Salieri. La realidad es que aunque los dos músicos fueron rivales en la corte vienesa, entre los dos había aprecio y hasta admiración. De hecho, Mozart mismo invitó a Salieri a una representación de La flauta mágica y él mismo lo llevó para asegurarse que tuviera buenos puestos.
El lamentable resultado de la leyenda es que el nombre de Antonio Salieri ha sido dejado de lado, a pesar de haber sido un músico notable y generoso, que incluso fue maestro de Beethoven y de Schubert y de Liszt, entre otros. Su obra fue muy admirada en sus tiempos y muchas de sus óperas incluso son mejores que otras que están en el repertorio habitual, en contraste con las de Salieri, que solo ocasionalmente se representan, aunque repito que ellas valen la pena de ser vistas. Entre los ingratos está la casa de ópera de La Scala de Milán, que fue inaugurada precisamente con una interesante ópera de Salieri, El reconocimiento de Europa. Que en este centenario Salieri haya seguido olvidado, es claro cuando se comprueba que en ninguna parte del mundo hubo actos que lo conmemoraran.
En todo caso, Antonio Salieri fue un creador interesante, que contribuyó a la música con algunas innovaciones y con una obra respetable con mucho de mérito. En contraste, compositores menos importantes de él son continuamente recordados, pero claro está que contra ellos no se presenta el estigma de la acusación injusta de haber causado la muerte de uno de los más grandes genios de nuestra civilización. Es el momento de declararlo inocente y volver a incorporar la obra de Salieri al repertorio musical y operático.
