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El centenario de la muerte de Cervantes será conmemorado en el mundo como lo merece su genio y entre nosotros va a originar una interesante serie de eventos en el Colón que vale la pena destacar y que complementan los que harán en homenaje al otro genio que murió el mismo año que el español, Shakespeare.
Tal vez lo más notable del proyecto anunciado será un teatro al aire libre que se realizará en la plazoleta frente al teatro con acceso gratuito. Allí habrá una barraca como las tradicionales de los cómicos itinerantes de la época cervantina, y en ella un grupo llamado Compañía Nacional de las Artes (que parece ser un conjunto de planta del teatro) presentará tres de los entremeses de Cervantes, a saber, La cueva de Salamanca, El viejo celoso y El retablo de las maravillas que han estado alejados por mucho tiempo de la escena colombiana, ya que desde los primeros tiempos del televisión, no se representan entre nosotros.
Más momentos escénicos a cargo de la misma compañía ocurrirán en un espectáculo llamado En un lugar del Quijote que dramatizará momentos importantes de la novela y esto será complementado por un llamado cabaret literario alrededor del Quijote, donde grupos de actores improvisarán alrededor del libro mencionado y permitirán participación de la audiencia. Todo esto se complementa con un ciclo de conferencias por importantes expertos cervantinos y un taller de estudios dramáticos dirigido a profesionales y a cargo de José Luis García Barrientos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid.
Los amantes de la buena cocina tendrán finalmente una curiosa oportunidad de probar platos de los tiempos de Cervantes en una experiencia de comida en el foyer del teatro, a cargo de un grupo de historiadores de la gastronomía bajo el título El banquete de La Mancha. Como se ve por lo anterior, el proyecto del Teatro Colón es interesante y hace más que adecuado homenaje a la figura de Cervantes. Quizá lo único que hubiera faltado es el montaje de El retablo de maese Pedro, de Manuel de Falla, bello homenaje musical a la obra maestra.
Vale la pena mencionar que para ir al Colón a ver tan excelente programación, existen problemas en el aparcamiento de carros. El parqueadero más cercano está a más de dos cuadras y hay que atravesar una corte de milagros con mendigos y raponeros para llegar al Colón. Por razones misteriosas, el parqueadero de la Luis Ángel Arango, más cercano, no está disponible para los espectáculos del teatro y es lástima que dos instituciones tan beneméritas no colaboren entre sí, más cuando el director cultural del Banco de la República tiene importante tradición en cuestiones de las artes y la música.
De todos modos, lo que se anuncia permite esperar que el público supere esos escollos y responda a tan excelente idea, que muestra que las cosas se pueden hacer bien.
