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El Arte y La Cultura

Cincuenta años sin Harold Lloyd y Fernandel

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Manuel Drezner
19 de junio de 2021 - 02:00 a. m.
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Los amantes del arte cinematográfico hubieran debido recordar que este año se cumplen cincuenta de la muerte de dos de los grandes actores cómicos de la historia del cine: Harold Lloyd y Fernandel. Ambos murieron en 1971 y aunque fueron bien diferentes, cada uno fue parte importante del desarrollo de la comedia cinematográfica.

Harold Lloyd, quien nació en 1893, fue parte de esa inmensa tripleta cómica del cine mudo, compuesta por él mismo al lado de Chaplin y Buster Keaton. Cada uno contribuyó al arte en forma fundamental porque, en medio de la aparente superficialidad de sus comedias, crearon todo un lenguaje cinematográfico que fue base para el desarrollo del séptimo arte. Cada uno era diferente. Keaton era el hombre impávido que jamás sonreía y al cual el mundo podía caerle alrededor sin que se inmutara. Chaplin, el gran genio, supo incorporar momentos conmovedores al lado de las hazañas cómicas en las que su personaje del vagabundo caía. Lloyd podía ser considerado el intelectual del triunvirato, con hazañas físicas siempre realizadas por él mismo y no por un doble. Sus más de 200 películas son un tesoro que los amantes del cine aprecian y que en este cincuentenario merecen ser resucitadas.

Fernandel fue un monumento básico del cine francés. Una de sus primeras películas fue dirigida por nadie menos que Renoir, pero lo que lo lanzó a la inmensa fama que tuvo fue la serie en que interpretaba al cura anticomunista don Camilo en perpetua pugna con el alcalde del pueblo Pepone, cuya caracterización tenía un parecido notable con Stalin. Pero aunque es recordado por ese rol, no hay que olvidar que participó en cantidad de importantes cintas, entre ellas varias dirigidas por Marcel Pagnol. Entre estas se destaca Topaze, un retrato de la corrupción que debajo de su superficie humorística tiene un amargo fondo satírico. Fernandel fue también figura importante del cine y muchas de sus cintas son auténticas joyas que se pueden ver una y otra vez.

Hay otro cincuentenario que se conmemora este año, y que vale la pena destacar, ya que fue en 1971 cuando el absurdo sistema de censura cinematográfica que existía en Estados Unidos, que prácticamente impedía hacer películas adultas, comenzó a caer y las buenas señoras que definían lo que el público podía ver comenzaron a desaparecer. Entre nosotros la censura duró por algún tiempo adicional, pero a la larga también tuvo una bienvenida desaparición, que muy pocos lamentan.

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Gines(86371)19 de junio de 2021 - 07:58 p. m.
El cine de humor debe ser muy exigente, a mi juicio desde luego, existen muy pocas películas dotadas de un excelente humor. He visto al gran Charles Laughton en papeles que harían desternillar de risa al más hirsuto cinéfilo.
Atenas(06773)19 de junio de 2021 - 02:49 p. m.
Como de costumbre ilustrativa columna.
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