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Para el fin de año tanto la Orquesta Sinfónica de Colombia como la Orquesta Filarmónica de Bogotá lanzaron sendas grabaciones, cada una de ellas con diferente criterio pero que no compiten entre sí y, por el contrario, se complementan muy bien.
La Filarmónica, después de su éxito al ganar un premio internacional de grabación (y de paso volverse uno de los mejores vendedores, lo que llaman “best-seller” con su disco) decidió tomar un camino diferente y ahora lanza una grabación en CD y en video con el título de Mestizajes, con un repertorio más ecléctico y la participación de importantes exponentes de la música popular, como Andrés Cepeda, Totó la Momposina, Cabas y Andrea Echeverri, quienes junto con la orquesta hacen un recorrido interesante por diferentes tendencias musicales. Es interesante porque la Orquesta, en lugar de ser un simple acompañante, forma parte central de lo grabado y el resultado trasciende esa aburrida tendencia de los últimos tiempos apodada “cross-over”, en donde importantes artistas cantan un repertorio que ni conocen ni entienden. Aquí todos están en su medio y hay momentos novedosos gracias al acierto de los arreglos. El producido de la venta de estas grabaciones se dedica en su integridad al programa “Bogotá bien alimentada”, laudable iniciativa filantrópica.
La Sinfónica, por su parte, ha reunido sus dos discos llamados Viaje musical por Colombia, con un repertorio más tradicional con un tercero: Viaje musical por Europa. Los dos primeros contienen arreglos sinfónicos de música popular colombiana, hechos con criterio respetuoso y donde hay representación de los aires más conocidos del país. En el tercer disco hay obras de Elgar, Debussy y Brahms, y aunque se omite mencionar el nombre del director, lo cierto es que se trata de interpretaciones bastante buenas y que muestran que nuestra Orquesta ya ha alcanzado un nivel respetable. Comparte con el otro disco mencionado una excelente grabación de sonido, de mucha claridad y en una agenda adjunta hay una pequeña historia de la Orquesta y de sus antecesoras, con biografía de los primeros directores y descripción de algunas de las obras.
En total, se trata de una notable forma de mostrar el trabajo de nuestras orquestas y glorifica el repertorio nacional, mucho del cual, como bien anota uno de los articulistas, ya ha alcanzado la categoría de clásico. Ojalá que ahora, en futuras grabaciones, las orquestas divulguen igualmente a los compositores cultos, ya que después de la excelente serie que hizo Colcultura hace 20 años, nada nuevo se ha hecho al respecto y son muchos los compositores colombianos de este género que merecen y esperan divulgación.
