El centenario del nacimiento de Valentín Alkan, uno de los grandes virtuosos del piano del siglo XIX, pasó casi inadvertido no sólo entre nosotros, sino en buena parte del mundo musical.
Que en Colombia, en donde centenarios tan importantes como los de Haydn o de Schubert fueron completamente ignorados, incluso por las más importantes organizaciones musicales, se hayan olvidado de Alkan no es extraño, pero sí lo es el que en muy pocos lugares se hayan acordado de un artista que fue uno de los más importantes exponentes del piano romántico y que incluso grandes virtuosos contemporáneos suyos, como Chopin y Liszt, entre otros, reconocieron como su igual (aunque muchos dijeron que Alkan era superior).
Tal vez la culpa haya sido del mismo músico. Mientras los otros mencionados se dedicaron a giras de conciertos y recitales en las que presentaban continuamente sus obras, Alkan fue un artista huraño, misántropo y que se retiraba a la soledad por largos períodos. Igualmente, su producción musical requiere de virtuosos con una técnica única y mucha musicalidad. Pero eso no impide que sus obras, muchas de las cuales se encuentran en discos, sean de gran valor, ya que tienen la característica no muy frecuente de que las dificultades técnicas no impiden la presencia de música profunda y emotiva. Escuchar música de Alkan lo convence a uno de que aquí nos encontramos ante un gran artista auténtico y por eso es lamentable la forma como lo han ignorado. Muy posiblemente Alkan haya sido víctima de esa mala costumbre de muchos melófilos de no aceptar sino a lo que consideran genial y se privan de escuchar mucha música que puede dar mucho placer.
La muerte de Alkan fue tan misteriosa como lo fue su vida. En sus últimos años de vida se retiró del todo de la música y se dedicó a estudiar textos esotéricos, en especial la Kabalá. Una tarde, cuando fue a retirar un ejemplar de un estante, éste le cayó encima y murió aplastado por sus libros de ocultismo. Su música, original y difícil, sigue siendo una fuente secreta de placer para muchos amantes de la música, así la ocasión del centenario, que muchas veces sirve para revivir músicos olvidados, en este caso haya pasado bastante desapercibida. Pero a los interesados se les recomienda, si pueden, escuchar discos con su música. Estoy seguro de que tendrán una sorpresa agradable.