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El Arte y La Cultura

El centenario de Caruso

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Manuel Drezner
22 de agosto de 2021 - 02:00 a. m.
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En estos días, cuando se cumplen cien años de la muerte del gran tenor Enrico Caruso, hay que recordar que antes de la época de Elvis Presley, los Beatles o Michael Jackson, este gran cantante inspiraba un fervor y un entusiasmo igual o mayor que el de esos cantantes populares. De hecho, su fama fue tal que aún, un siglo después, la gente lo recuerda como un artista legendario y muchos expertos siguen creyendo que Caruso fue el mejor tenor de todos los tiempos. Para respaldar la creencia, quedan dos centenares de grabaciones en disco, donde ciertamente se puede apreciar una voz única, de timbre algo abaritonado y que cantaba con una exquisitez que muchos tratan de emular. Una característica del cantante fue su apego a la partitura original, sin las exageraciones para lucimiento que estaban en boga en ese entonces. Sus discos se vendieron por millones y en nuestros días siguen en catálogo. Por otra parte, el hecho de que un día de marzo de 1902 el cantante accediera a grabar en un cuarto de hotel en Milán diez arias, inició en la práctica la industria del disco clásico.

Caruso había nacido en Nápoles y fue uno de siete hijos de una paupérrima familia, cuyos padres lo colocaron como aprendiz en una forja cuando aún era un niño. Afortunadamente ya tenía una voz sobresaliente y con unas pocas lecciones elementales comenzó cantando en el coro de una iglesia y pudo presentarse cuando solo tenía 22 años en una ópera. El entusiasmo del público ante ese novel tenor fue tanto que los empresarios comenzaron a interesarse y con la ayuda de un hábil empresario, muy pronto era la estrella de muchas compañías de ópera. Su fama llegó a tal extremo que el empresario Bracale (quien igualmente trajo una compañía de ópera a Bogotá aunque en ella, contra lo que algunos creen, no estaba Caruso) le pagó la suma de US$10.000 (que equivalen a unos US$120.000 de hoy) por una sola representación en La Habana. Su centro de operaciones fue la Ópera Metropolitana de Nueva York, donde a lo largo de los años se presentó casi mil veces.

Caruso estrenó muchas óperas, algunas de las cuales aún están en el repertorio y fuera de eso, en su vida personal sabía cómo vivir, con su afición a la buena comida y los mejores vinos, aunque esto hizo que en los últimos años de su vida engordara tanto que algunos creen que esa gordura contribuyó a su temprana muerte, cuando aún no había cumplido cincuenta años.

Caruso incursionó en el cine, aunque es claro que un gran tenor haciendo películas mudas no tiene mayor sentido y esas cintas han pasado a un olvido que no se sabe si es justo, ya que no han sobrevivido. Pero su herencia fonográfica es una y por eso se puede recordar a uno de los más grandes cantantes de la historia.

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Manuel(99458)22 de agosto de 2021 - 01:25 p. m.
Una de las películas de Caruso existe y se puede ver completa en YouTube En ella hace un doble papel Se llama Mi primo
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