El tiempo y el desengaño triunfan

El título de esta nota hace referencia a una obra de Handel, llamada El triunfo del tiempo y el desengaño, que al compositor debió atraerle muchísimo porque después de su composición original, cuando recién había salido de la adolescencia, la revisó varias veces a lo largo de su vida e incluso la hizo traducir al inglés. Esta fue presentada en el Teatro Santo Domingo por una orquesta noruega, dirigida por Martin Wahlberg, distinguido intérprete de música de la época barroca.

El argumento de esta obra es bien simple y lleno de alegorías. A un personaje llamado Belleza otro llamado Placer la convence de que si se dedica a una vida de tipo epicúreo, conservará por siempre sus atributos. Pero otros dos personajes, apodados Tiempo y Desengaño, le demuestran a lo largo de la obra que eso no es posible y, como lo dice el título, acaban triunfando. Es clara la intención moral de esta pieza musical en la que el cardenal que escribió el libreto buscó convencer de que la vida ideal es la del retiro piadoso. Handel contribuyó con una música bellísima en sus mejores momentos y muy hermosa a lo largo de la pieza. Aparte de unos recitativos y un par de conjuntos, la mayor parte de la composición está hecha a base de arias da capo, que, como su nombre lo indica, una vez se han cantado se vuelve a repetir el principio.

Como era de esperarse, esta versión interpretada por especialistas fue de alta categoría, lo cual ayudó a que las casi tres horas que dura la obra pasaran con rapidez. Quizá para dar algo de variedad se introdujeron algunos juegos de luces, muy buenos técnicamente, pero que nada aportaron al desarrollo de la representación.