El problema para los artistas, sobre todo los que comienzan, es la dificultad que tienen para vivir de su arte. Eso crea un círculo vicioso en el cual no hay nuevos artistas porque no pueden subsistir con su música, o pintura, o teatro, o lo que sea, y como no hay alicientes suficientes, hay el temor de que en muchos aspectos las cuestiones que tienen que ver con creatividad, vayan desapareciendo. Eso ha sucedido desde que el artista dejó de ser empleado de nobles y burgueses ricos y trató de sostenerse mediante el contacto directo con su público. La verdad es que el arte no ha sido nunca algo rentable, como lo muestran las numerosas historias de artistas muriendo de hambre o a duras penas, pudiendo sostenerse pobremente. La historia clásica de que Van Gogh en toda su vida pictórica solo vendió un cuadro demuestra elocuentemente lo difícil que es para quien quiere vivir del arte subsistir.
Hoy día buena parte de los artistas se mantienen con otros empleos, como ser profesores universitarios y empleados de agencias de publicidad, lo cual les quita el tiempo para sus actividades creativas. Fuera de esto la crisis que se vive en los campos de la cultura, en donde en forma continua se lee de museos, de orquestas, de compañías de ópera y teatrales que tienen que cerrar sus puertas por motivos puramente económicos. Un caso elocuente fue el de la famosa Orquesta Sinfónica de Filadelfia, una de las más famosas agrupaciones del mundo que se tuvo declarar en quiebra hace un par de años, con lo cual cerca de un centenar de músicos quedaron en el aire.
El problema es tan grave que en varios sitios del mundo, tales como Seattle y Nueva York, en Estados Unidos y en Escocia y Suecia, se están estudiando proyectos para darle un ingreso garantizado a los jóvenes artistas que están comenzando y así poder asegurar el futuro de las artes. Los mecanismos para este tipo de proyecto están en estudio en especial por el problema que se crea para poder determinar quiénes merecen ese subsidio y sobre todo lograr que en épocas como estas de limitaciones económicas se destine una parte de los presupuestos a un proyecto de este tipo.
Entre nosotros existen varios fondos públicos para subvencionar las artes, pero no a los artistas y es por esa razón por la cual esas épocas pasadas en las cuales el país podía vanagloriarse de tener grandes músicos, excelentes escritores y pintores de trascendencia internacional ya han disminuido en forma notable. Lo cierto es que hay que buscar fomentar la creación artística y eso es un estudio que es urgente que las entidades culturales hagan.
*Por un error tecnológico republicamos esta columna que originalmente se publicó el 4 de agosto