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Alma Schindler, nacida en 1879, tenía fama de ser la mujer más bella de Viena. Esa puede ser una de las explicaciones del porqué de su agitada vida amorosa, que la llevó a ser la esposa de tres grandes artistas: el compositor Gustav Mahler, el arquitecto Walter Gropius y el escritor Franz Werfel. No solo eso, sino que fue la amante de otros ilustres intelectuales, como el pintor Gustav Klimt (del que dicen que su famoso cuadro “El beso” fue inspirado por ella) el músico Alexander von Zemlinsky, además del otro gran pintor Oskar Kokoschka, todos los cuales tuvieron apasionados episodios con Alma. Lo anterior es lo que se conoce, pero hubo otros romances a lo largo de su extensa vida y eso hizo que la vida romántica de ella eclipsara sus dotes de amante de las artes y de la cultura.
Alma había estudiado música y comenzó a componer desde muy joven, pero al casarse con Mahler, quien le llevaba casi veinte años y era director de la Ópera Imperial de Viena, este le dijo que en una familia solo podía haber un músico y ella dejó para siempre la creación, aunque hay un número considerable de canciones de su autoría, que son consideradas de gran mérito. Una de las dos hijas que tuvo con el compositor murió a temprana edad y Mahler escribió con ese motivo sus conmovedoras canciones para niños muertos.
Al morir Gustav Mahler, tuvo un gran romance con Oskar Kokoschka, pero fue una relación tormentosa y ella lo abandonó para irse con el arquitecto Gropius. Kokoschka, a manera de venganza, ordenó la fabricación de una muñeca que representaba a Alma, la cual se puede ver en un museo de Viena, aunque es una réplica del original, ya que aparentemente el pintor destruyó la primera muñeca, y la inundó de vino rojo, después de descabezarla. El matrimonio con Gropius produjo una hija, que murió a edad temprana y que inspiró a Alban Berg para escribir su concierto para violín “en memoria de un ángel”.
Mientras tanto, Alma comenzó un romance con Franz Werfel y, al morir Gropius, se casó con el escritor. Desde ese entonces decidió ser conocida como Alma Mahler-Werfel y con él huyó de Austria cuando comenzaron las persecuciones a los judíos. Se instalaron en California, donde ella comenzó un influyente salón artístico en el que, por ejemplo, logró que Schonberg y Stravinsky se conocieran personalmente.
Murió en 1964 y fue enterrada en Viena en una tumba al lado de la de su primer marido, Gustav Mahler. Su accidentada vida la ha convertido en un ícono popular y la mujer más bella de Viena. Es recordada hoy día con admiración y hasta respeto.
