La Orquesta de Montreal

El nombre de Kent Nagano es uno de los más respetados entre los directores de orquesta de nuestros días, como lo muestra su trabajo al frente de algunas de las agrupaciones y de las casas de ópera más importantes, por no decir nada de su extensa producción fonográfica para algunos de los más prestigiosos sellos.

Es por eso que su visita al frente de la Orquesta de Montreal, de la que es titular, puede considerarse como un acontecimiento musical, y eso se vio en el fervor entusiasta con que el público que llenó el Teatro Santo Domingo aplaudió su concierto y que lo obligó, en forma inusitada, a dar cuatro bises. Esa visita fue la culminación de una gira que llevó al director con su orquesta a Brasil y Argentina, y el que se haya incluido a Bogotá en ella demuestra igualmente que gracias al Teatro Mayor nuestra capital está considerada ya entre las grandes ligas musicales.

El concierto tuvo un programa de caballitos de batalla que incluyó la obertura y la escena del monte de Venus del Tannhauser wagneriano, una corta suite de El pájaro de fuego de Stravinsky (y la llamo corta por que hay otras versiones de esa suite de mayor longitud), y la Cuarta Sinfonía de Brahms, obra que curiosamente no se oía en vivo entre nosotros desde los tiempos del maestro Roots. Como se ve, fue un programa de rutina al que salvó la increíble interpretación de Nagano con su orquesta. Ésta dio a las obras una sonoridad notable y una profundidad que presentó sus pormenores en forma más que satisfactoria. Quizá un programa un poco más aventurero hubiera sido bienvenido, pues se trata de unos intérpretes que saben lo suyo, pero escuchar a la orquesta en lo que tocó fue una experiencia inolvidable.

Próximos conciertos incluirán al pianista chino Lang Lang, una de las estrellas del momento y uno de los más cotizados solistas que hay en el mundo musical de nuestros días. Tocará un interesante programa con tres sonatas de Mozart y un grupo de obras de Chopin. Será seguido por otros solistas no menos importantes, entre quienes se destacan otra estrella, la soprano Ana Netrebko, y la excelente cantante Kari Matila, y después vendrá la Orquesta de Israel con Zubin Mehta. Todo lo anterior sirve para confirmar que la temporada musical de este año será envidiable. Uno de los hechos más interesantes de ella es que se ha creado un público nuevo, diferente del habitual, y sólo esto hace de la temporada algo laudable.