Con todo lo que se ha escrito en estos días sobre los deseos de Estados Unidos de “recuperar” el Canal de Panamá, es buena idea mostrar un poco de la historia de este.
Cuando el conquistador Vasco Núñez de Balboa llegó al Océano Pacífico, se dio cuenta de que el istmo de Panamá podía ser - por lo estrecho - una comunicación con el Atlántico. De hecho, el Sacro Emperador Romano, Carlos V ordenó en 1543 investigar si se podría construir un pasaje que uniera los dos océanos, pero quienes hicieron los estudios concluyeron que esto era imposible. La necesidad de buscar un camino corto de conexión del Pacífico al Atlántico se incrementó con los descubrimientos de oro en California. En 1839 la República de Nueva Granada, que incorporaba lo que hoy son Colombia y Panamá, dio una concesión a los franceses para construir un ferrocarril que conectara los dos océanos y este fue tan exitoso que a los pocos años fue insuficiente. Esto hizo que se volviera a pensar en un canal y el mayor promotor de este fue el ingeniero francés Fernando de Lesseps, que había tenido un gran triunfo al concluir el canal de Suez. Para eso organizó la Compañía Universal del Canal Interoceánico de Panamá, a la cual decenas de inversionistas contribuyeron. Los trabajos comenzaron, pero las condiciones físicas eran tan deplorables, con más de 200 trabajadores muertos cada semana, que el dinero pronto se acabó y como nadie quiso invertir más, la compañía se fue a la quiebra. Esta ocasionó una crisis financiera en Francia, con miles de pequeños accionistas arruinados y el proyecto de Lesseps tuvo que interrumpirse.
A todo lo largo de esta historia, Estados Unidos estaba interesado en la construcción de un canal interoceánico y vio en el fracaso de Lesseps una oportunidad de apropiarse de la idea. Intrigó de muchas maneras y la oportunidad se presentó en el llamado incidente de las sandías. El 15 de abril de 1856 llegó a Panamá un barco que venía de California y de este descendió un tal Jack Oliver, que tenía fama de matón y estaba borracho. En un puesto del mercado pidió una sandía y pretendió irse sin pagar. Cuando el mercader exigió los cinco centavos del pago, Oliver desenfundó un revolver, el vendedor sacó un puñal y se armó una trifulca entre yanquis y los locales, que por ser mucho más vencieron fácilmente. Estados Unidos tomó esto como pretexto e invadió a Panamá. Además, exigió al gobierno neogranadino una indemnización y condiciones especiales para los suyos que les fueron concedidas. Ese fue el primer paso de la entrada estadounidense al lugar, ya que después intrigaron y fomentaron movimientos que buscaban independizar la provincia de Panamá con la que les era más fácil negociar que con el gobierno colombiano Sin embargo, la idea de hacer el canal por Panamá era una opción secundaria, ya que los planes originales buscaban hacerlo por Nicaragua. Un ingeniero francés llamado Bunau-Vanilla adujo que esa idea era peligrosa porque Nicaragua estaba llena de volcanes y para demostrarlo, presentó una serie de estampillas nicaragüenses, que mostraban claramente esos volcanes. Panamá se independizó en noviembre de 1903 con la ayuda estadounidense y el canal se construyó, no sin miles de muertos adicionales.