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Algo está fallando en el departamento de divulgación de la Sinfónica.
Aquí estuvo la famosa soprano Ana Netrebko con su marido y se presentó con la Sinfónica en un concierto que, me dicen, tuvo lleno completo. La Netrebko es sin duda una voz importante y su visita algo de interés, pero fue ignorada de manera sorpresiva y no hubo un solo comentario en prensa o televisión sobre esa presentación. Incluso, me agregan, hubo al parecer una rueda de prensa con almuerzo y escasa asistencia, lo cual muestra que no se invitó a quienes se debía invitar. Personalmente, nunca supe de esos actos a través de los departamentos respectivos de la orquesta, que aparentemente ignoran quiénes son los que escriben sobre música en la capital. Lo cierto es que los conciertos sinfónicos (y no sólo el de Ana Netrebko) pasan desapercibidos, a pesar de que en algunos de ellos hay hechos importantes como, por ejemplo, la presentación del director colombiano de gran éxito internacional, Andrés Orozco. Ojalá eso se corrija porque hay cosas que valen la pena y es una lástima que por esa desidia pasen sin que haya constancia de que pasaron.
Pero eso trae otro tema y es el del poco atractivo programa de Netrebko. Lo que se anunció fue que ella cantaría media docena de extractos operáticos y que, además, el marido cantaría algunos tangos, y realmente no sé si valga la pena traer a una cantante de tanta fama y méritos para una programación de tan bajo nivel. Posiblemente se pensó que lo que interesaba era ver a la Netrebko, cantara lo que cantara, y no importaba si artísticamente el programa no tenía mayores atractivos musicales. Si eso es así, el criterio es discutible porque en últimas importa más el contenido que la fama de la intérprete. Cuando eso se ignora, uno no sabe si la Sinfónica está cumpliendo su propósito artístico como debe ser, ya que este y otros lapsos de su programación quizá hayan alejado algo al público amante de la música, sin crear uno nuevo, que es lo que parece se intenta con esto.
Dicho lo anterior, quisiera agregar al comentario que hice sobre la presentación de Tannhäuser algo que merecía destacarse y que injustamente omití. Se trata de la excelente actuación de los coros, parte importante de la ópera y que tuvieron una actuación destacada y que merecía ser mencionada. Hago este acto de contrición y dejo constancia de que la muy buena interpretación de la ópera tuvo al coro como elemento importante.
