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Es bien sabido que a las mujeres compositoras no les ha ido muy bien en el pasado, ya que únicamente en tiempos recientes han comenzado a destacarse y en varios casos a mostrar que sus capacidades son por lo menos tan buenas como las de los hombres. Los casos de las abadesa Hildegarde von Bingen o de Bárbara Strozzi son excepcionales y aún en nuestros días Sofía Gubaidulina o Edwige Tailleferre (o entre nosotros Jacqueline Nova) han luchado por ser reconocidas. Es cierto que un investigador llegó a asegurar que algunas obras de Bach, entre ellas las suites para cello y el tema de las Variaciones Goldberg, en realidad fueron compuestas por su esposa Ana Magdalena, pero las pruebas que aporta son muy endebles.
Lo anterior a propósito de un descubrimiento hecho recientemente sobre la atribución a Félix Mendelssohn de una sonata para piano que fue descubierta en 1969. Creo que Mendelssohn ha sido uno de los grandes genios de la música, así muchos lo consideren agradable pero nada más. Por un tiempo la repugnante persecución de los nazis impidió que se tocaran sus obras, pero ellas forman parte indispensable del repertorio. Cuando se redescubrió esa obra, llamada Sonata de Pascua, en una librería de segunda mano, tenía la firma F. Mendelssohn y era tan buena que la atribuyeron a Félix. Bajo el nombre de él fue grabada y recibida como obra maestra por los críticos. Lo malo es que ellos notaron que esa obra no figuraba en ninguno de los catálogos hechos por Félix de su obra, ni había por parte alguna referencias a ella. El descubridor de la partitura se ofendió y decidió no permitir a nadie que la examinara y esa situación perduró hasta hace poco tiempo. A la muerte del propietario, el manuscrito pasó a un archivo público y una musicóloga encontró al estudiarlo que era fácil de reocnocer la mano de Fanny Mendelssohn, hermana del músico. Posteriormente se encontró una entrada en el diario de ella donde hace referencia clara a la sonata y en el pasado Día de la Mujer la pianista Sofía Gulyak volvió a tocarla en un concierto bajo el nombre de Fanny.
Fanny Mendelssohn fue la hermana mayor del compositor y aparentemente era tan talentosa como Félix, así los padres no le hubieran permitido seguir una carrera musical ya que la consideraban como poco femenina. En contraste, animaron y ayudaron al muchacho, que no solo se convirtió en músico importante sino que además el mundo cultural le debe haber sido quien resucitó la obra de Bach, que en sus tiempos había sido algo olvidada.
Quizá haya una lección por aprender de lo que se describe y es que el menosprecio que ha habido hacia la mujer en el campo de las artes es injustificado y una de las buenas consecuencias de las luchas feministas ha sido que las mujeres están comenzando a ocupar, con todos los honores, puestos importante en las artes y la cultura.
