Yo no entiendo por qué hay ese movimiento tan grande para legalizar las drogas. Si con la prohibición que hay la gente las consume en cantidades tan grandes, ¿qué pasaría si la droga se puede conseguir en la tienda de la esquina? (DANIELA DE VILLA, Medellín)
Esto de la legalización de la droga mucha gente no la entiende y cree, como la colaboradora, que de lo que se trata es de permitir el acceso libre y sin problemas a los narcóticos. Esa no es la idea y ninguna persona racional apoyaría una propuesta así. Lo que sucede es que con la prohibición a la droga no se ha logrado detener su uso; por el contrario, se han creado inmensas mafias criminales que ganan sumas increíbles al comerciar con lo prohibido, precisamente porque la prohibición hace, por un lado, más atractiva a ciertas personas su consumo y, por el otro, permite a quienes comercian con ella hacer millones. Esos millones fomentan la corrupción, crean un poder inmenso en manos criminales y sirven para otros usos como el de financiar guerrillas.
Entonces la idea es comenzar por eliminar al elemento criminal y reconocer que quien usa droga tiene una adicción que se debería poder curar, pero que al ser la droga ilegal no le permite al adicto la búsqueda de ayuda para curarse. Para lograr esto, la droga se legaliza y se castiga su comercio pero no su uso.
El Estado, entonces, ya sin el poderoso y millonario elemento criminal, procedería a proporcionar droga a quien la necesite, con la única condición de que se someta a tratamiento. Mientras necesite la droga se le seguirá dando, pero ya no sería algo ilegal y muchos adictos aceptarían esa oportunidad de curarse. Con esta legalización, se gastaría muchísimo menos que en perseguir adictos, la sociedad mejoraría al desaparecer las mafias que se lucran con la droga y habría menos corrupción y crimen.
Hay un antecedente análogo que fue la famosa prohibición al licor que ensayó Estados Unidos después de la Primera Guerra Mundial. Por culpa de esa prohibición surgieron las grandes bandas de criminales que vendían el fruto prohibido y precisamente esa circunstancia, de ser prohibido, atrajo a mucha gente que nunca había tomado un trago a beber. Cuando, ante los problemas que la prohibición había creado, Estadios Unidos decidió abolirla, no fue que la gente se lanzara a alcoholizarse, sino que las cosas se equilibraron y se acabaron muchos de los problemas creados. Es extraño que ese país, que en últimas es el gran consumidor de droga en el mundo, no haya aprendido con la experiencia y la aplique al problema de la droga, ya que si allí la legalizan, la legalizarán igualmente en otras partes.
En esto consiste la legalización de la droga, en buscar acabar con el elemento criminal y ayudar al adicto que está en un callejón sin salida y que en últimas no es sino un enfermo. No consiste en permitir que se venda en cualquier tienda de esquina.
Yo no entiendo por qué hay ese movimiento tan grande para legalizar las drogas. Si con la prohibición que hay la gente las consume en cantidades tan grandes, ¿qué pasaría si la droga se puede conseguir en la tienda de la esquina? (DANIELA DE VILLA, Medellín)
Esto de la legalización de la droga mucha gente no la entiende y cree, como la colaboradora, que de lo que se trata es de permitir el acceso libre y sin problemas a los narcóticos. Esa no es la idea y ninguna persona racional apoyaría una propuesta así. Lo que sucede es que con la prohibición a la droga no se ha logrado detener su uso; por el contrario, se han creado inmensas mafias criminales que ganan sumas increíbles al comerciar con lo prohibido, precisamente porque la prohibición hace, por un lado, más atractiva a ciertas personas su consumo y, por el otro, permite a quienes comercian con ella hacer millones. Esos millones fomentan la corrupción, crean un poder inmenso en manos criminales y sirven para otros usos como el de financiar guerrillas.
Entonces la idea es comenzar por eliminar al elemento criminal y reconocer que quien usa droga tiene una adicción que se debería poder curar, pero que al ser la droga ilegal no le permite al adicto la búsqueda de ayuda para curarse. Para lograr esto, la droga se legaliza y se castiga su comercio pero no su uso.
El Estado, entonces, ya sin el poderoso y millonario elemento criminal, procedería a proporcionar droga a quien la necesite, con la única condición de que se someta a tratamiento. Mientras necesite la droga se le seguirá dando, pero ya no sería algo ilegal y muchos adictos aceptarían esa oportunidad de curarse. Con esta legalización, se gastaría muchísimo menos que en perseguir adictos, la sociedad mejoraría al desaparecer las mafias que se lucran con la droga y habría menos corrupción y crimen.
Hay un antecedente análogo que fue la famosa prohibición al licor que ensayó Estados Unidos después de la Primera Guerra Mundial. Por culpa de esa prohibición surgieron las grandes bandas de criminales que vendían el fruto prohibido y precisamente esa circunstancia, de ser prohibido, atrajo a mucha gente que nunca había tomado un trago a beber. Cuando, ante los problemas que la prohibición había creado, Estadios Unidos decidió abolirla, no fue que la gente se lanzara a alcoholizarse, sino que las cosas se equilibraron y se acabaron muchos de los problemas creados. Es extraño que ese país, que en últimas es el gran consumidor de droga en el mundo, no haya aprendido con la experiencia y la aplique al problema de la droga, ya que si allí la legalizan, la legalizarán igualmente en otras partes.
En esto consiste la legalización de la droga, en buscar acabar con el elemento criminal y ayudar al adicto que está en un callejón sin salida y que en últimas no es sino un enfermo. No consiste en permitir que se venda en cualquier tienda de esquina.