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El Arte y La Cultura.
Uno de los signos que muestran que estamos saliendo de los problemas que la pandemia creó en las artes es que ya se están anunciando dos nuevas y muy interesantes programaciones operáticas en Bogotá. Una de ellas tendrá lugar en el Teatro Santo Domingo, donde anuncian para agosto la presentación de Las bodas de Fígaro, de Mozart, obra básica si las hay. Habrá tres representaciones de esta obra maestra con elementos de la Filarmónica dirigidos por Martin Haselbock y la dirección escénica de Pedro Salazar.
Por su parte, el Teatro Colón anuncia para julio un estreno operático para Colombia que es la hermosa Ariadna en Naxos, de Richard Strauss. Los intérpretes serán los mismos que hicieron en el Santo Domingo hace un tiempo Salomé: Josep Caballé Domenech en la parte musical y Joan Anton Rechi como director escénico. El Colón tuvo la buena idea de abrir un concurso para que cantantes colombianos interpreten varios de los personajes, lo cual es un evidente fomento a los intérpretes líricos en el país.
Otra buena nueva es que, al parecer, se reanudarán las transmisiones en vivo de las óperas presentadas en la Ópera Metropolitana de Nueva York, en septiembre, y como estas tienen una hinchada copiosa, para usar un término futbolero, esta dará la bienvenida a las funciones.
Vale la pena mencionar algunos de los eventos operáticos que se habían anunciado y que por la pandemia tuvieron que ser cancelados. Uno de ellos era el Wozzeck, de Alban Berg, que ojalá se vuelva a programar. Igualmente se había hablado de Fidelio, de Beethoven, por la ópera de Colombia y como esta hace tiempo que no se presenta en Bogotá sería bueno que se pensara en volver a programarla. Y también se había anunciado una versión de concierto de El oro del Rin, de Wagner, que sería otro estreno en Colombia y es de esperar, si se resucita esta idea, que se piense en montarla con escena. Posiblemente esto daría margen a que se presenten las otras óperas de la tetralogía a lo largo del tiempo, lo cual mostraría una importante madurez en la vida operática de la ciudad.
Es posible que, si la revitalización de espectáculos musicales en Bogotá continúa, nos den otras sorpresas y haya más para anunciar. Pero ya es algo que se comiencen a realizar estos eventos, pues los amantes de la música agradecemos la posibilidad de ver estas obras maestras del arte lírico en vivo.