Ramiro Osorio, director del Teatro Santo Domingo, dio a conocer la programación de esa sede para el año entrante y hay sorpresas artísticas con presentaciones novedosas y de categoría.
Cabe destacar la presentación de dos óperas, ambas estreno en Colombia, que son Salomé de Ricardo Strauss, obra difícil por requerir de una intérprete de resistencia wagneriana y que además sea bailarina; de un barítono con voz de gran extensión y un reparto de casi una veintena de cantantes. Se trata de una producción propia del teatro para seguir la tradición de hacer cada año un aporte escénico, como ya lo hizo en el pasado con Carmina Burana y con Orfeo. La otra ópera anunciada es igualmente estreno en Colombia, y se trata de nada menos que de Tristán e Isolda, que será hecha por la Ópera de Hamburgo con su director el gran Ken Nagano, que estará al frente de la Sinfónica de esa ciudad. Aquí se podría hacer una sugerencia y es que si ya están aquí tan importantes orquesta y director, podrían aprovecharlos además para un concierto sinfónico que complementaría muy bien la temporada.
Pero hablando de orquestas, vendrán la Filarmónica de Viena, dirigida por Gergiev; la habitual y bienvenida visita de la Simón Bolívar con Dudamel, que dará tres conciertos, y nuevamente la de Israel con Zubin Mehta. Habrá algunos cuartetos importantes, pero se echan de menos los recitales de solistas, que el año entrante estarán en su mínima expresión por el número de ellos. Habrá varios ballets, entre los que se destaca la compañía de Paul Taylor, uno de los grandes exponentes de la danza contemporánea.
Para conmemorar el sexto aniversario de la inauguración se presentará la Compañía de Teatro Clásico de España con El alcalde de Zalamea de Calderón y aquí sí puedo atestiguar que será algo excepcional, pues tuve oportunidad de ver esa presentación en el Teatro Pavón de Madrid. Todo se complementará con un atractivo festival flamenco, grupos de teatro nacional, muchos de ellos en coproducción y espectáculos familiares. Igualmente, se lanzarán varios festivales nacionales de música popular que en esa forma se inician en el Santo Domingo.
Vale destacar igualmente un programa de gran importancia que busca llevar cien mil niños de escuelas públicas a conocer y gozar las presentaciones del teatro. Esta es una obra de proyección social de alta envergadura que merece todo elogio.
Como de costumbre, por la limitación de espacio, en lo descrito no está todo lo que vendrá, pero se puede ver que tendremos el año entrante una temporada artística excepcional. Además, ella se lleva a cabo con públicos nuevos y esta es igualmente una labor de creación de audiencias que se debe hacer notar.