Se acerca el festival ruso

Ya se acerca la Semana Santa y con ella la tercera edición del festival de música que organiza el Teatro Santo Domingo y que, como se sabe, este año estará dedicada a compositores románticos rusos. Como los dos festivales anteriores estuvieron dedicados a Beethoven y a Mozart, hay que decir que es novedoso que se salte de ellos a los rusos, muchos de los cuales no son exactamente plato musical de todos los días. Pero precisamente en esto estriba el interés del nuevo festival, ya que dará oportunidad de escuchar obras que muy raras veces figuran en programas de conciertos y recitales, escritas por autores que fueron importantes en su época y que hoy están sometidos a un olvido injusto. Estoy seguro de que los nombres de Taneyev, de Arensky, de Medtner o de Ivanov, entre otros, no le son muy familiares al melófilo promedio, pero todos ellos figuran en la programación del festival. Este elemento de novedad agrega interés musical al festival y creo que muchos de los asistentes estarán gratamente impresionados por los valores musicales ignorados que encontrarán.

Claro está que a los interesados les tocará ser muy selectivos por una parte y estarán frustrados ante lo que les va a tocar perderse. Como son 54 espectáculos en los cuatro días de pascua, es evidente que a uno le tocará hacer una difícil escogencia y que con seguridad se perderá mucho que se hubiera querido oír, ya que el don de la ubicuidad no es exactamente común.

Entre lo mucho programado, sin duda se destaca La bella y la bestia, ballet con música de Prokofiev que presentará el grupo Mandalain de Biarritz. También habrá conciertos con orquestas rusas, suizas y alemanas, además de nuestra Filarmónica, y fuera de eso una cantidad de interesantes solistas y conjuntos de cámara con obras que son, muchas de ellas, estrenos en Bogotá. Por ejemplo, en un concierto, el Cuarteto Borodin, con el pianista Alexei Volodin, tocará los quintetos con piano de Medtner y de Borodin, obras que ni siquiera son fáciles de acceder a través del disco. Lo mismo sucede con otras, como el Concierto para piano de Taneyev, que nos dará la Orquesta Nacional Rusa, o el Cuarteto de Rimsky-Korsakov que será interpretado por el cuarteto Q-Arte.

Todo lo anterior indica que estamos en vísperas de un suculento banquete musical, que seguramente atraerá a los amantes de la música en forma masiva. A lo interesante de los programas hay que agregar lo novedoso de ellos, y por esta razón se puede afirmar que estamos en vísperas de un acontecimiento musical que se recordará por mucho tiempo.