La regla del juego es una película maestra de Jean Renoir que está entre las más grandes de la historia del cine. Incluso algunos consideran esa comedia la mayor cinta jamás filmada y, de hecho, un gran director como Truffaut la alcanzó a llamar “la película de las películas”. Fue rodada en 1939, poco antes de estallar la Segunda Guerra Mundial, y en el filme Renoir trató de mostrar los vicios de una sociedad francesa profundamente dividida, donde cada clase y grupo iba por su lado, queriendo prevalecer a costa de los otros. El director quiso hacer un llamado de alerta sobre lo que esa fractura social podría traer como consecuencia, pero como usualmente pasa con los profetas, no solo fue ignorado sino que, además, su cinta fue prohibida por el Gobierno, que supo ver en ella el peligro que traía ese espejo social para la clase que prevalecía. Por mucho tiempo La regla del juego se consideró perdida. Afortunadamente, después de la guerra se encontraron varias copias y la película se pudo reconstruir. Por eso, esa advertencia de lo que le trae a un país la división y la lucha social sin que haya contacto entre los contrincantes se puede apreciar y permite hacer las reflexiones a las que ella conduce.
La principal, desde luego, es que el peligro que viene con una sociedad tan fracturada, donde los diversos segmentos no tratan de convivir entre sí, es tan grande que incluso puede acabar con un país, como lo atestigua el caos político que Francia vivió por mucho tiempo. Es por eso que debería ser casi obligatorio conocer esta cinta y que cada cual, en cualquier parte del mundo, la aplique al caso particular de su nación. Así se evitaría que se cumpla la advertencia de Renoir, quien dijo que quiso mostrar en su filme que una sociedad dividida así estaba danzando encima de un volcán.