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Prioridades a la inversa

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Marc Hofstetter
21 de mayo de 2023 - 05:00 a. m.
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Un agudo analista decía hace unos años que la Ley 100 de 1993 —que diseñó los principios que rigen nuestros sistemas de salud y pensional— le había dado mucho a todos en el frente de sanidad y mucho a unos pocos privilegiados en el pensional. Yo agregaría a esa paradoja una adicional: en sanidad, esa gran cobija que abriga a tantos de buena manera lo hace a un costo sostenible fiscal y de bolsillo de sus usuarios.

En cambio, la cobija pensional, que les ha dado tanto a unos pocos, es una bomba fiscal que no ha acabado de explotar porque —logro ruin— cubre solo a unos pocos. Si la extendiéramos a toda la población no habría cómo pagar esa factura.

Ambos sectores tienen uno transversal por detrás que los nutre con sus contribuciones: el laboral. En los tres frentes hay una ambiciosa agenda de reformas en marcha.

Con un sentido de las prioridades imposible de entender, el Gobierno se empeñó en darle un vuelco al sistema de salud, que le ha costado hasta ahora dos crisis ministeriales y su coalición de gobierno. Y los costos del esfuerzo no pararán ahí. Hay al menos tres más.

Primero, la reforma está montada sobre la esperanza de una capacidad estatal que no existe ni se puede montar en los plazos necesarios, lo cual redundará en un retroceso en los servicios que los ciudadanos recibiremos.

Segundo, el diseño que permitió que los gastos del sistema se hayan mantenido controlados se evaporará. Esos dos puntos le rebotarán políticamente a quienes apoyen la reforma en plazos muy cortos.

Y tercero, todo el esfuerzo será vano si al final del proceso, como muchos lo han advertido, concluimos que la reforma fue tramitada de manera incorrecta y la Corte Constitucional termina echándola para atrás.

Por delante de la reforma pensional marcha también la laboral. El sistema laboral funciona mal y dos indicadores lo resumen bien: tenemos la tercera tasa de desempleo más alta entre más de 20 países de América Latina y más de la mitad de nuestros trabajadores labora en la informalidad. Pero la reforma laboral no tiene la vista puesta en esos problemas, sino en cómo mejorar las condiciones de la élite que ya tiene trabajos formales.

Al poner el acelerador en la locomotora en la que estamos subidos quienes tenemos esos trabajos, los desempleados e informales y los futuros trabajadores habrán de correr más rápido para tratar de subirse a nuestro cómodo vagón. No se entiende que un gobierno de izquierda no tenga la vista puesta en los que corren detrás, sino en acelerar la locomotora.

Y por detrás de una reforma a la salud que no deberíamos estar tramitando, de una laboral que pone el foco donde no se necesita, apenas asoma la cabeza la pensional, esa sí empujando el país hacia uno más justo, donde dejaríamos de darles mucho a unos pocos.

@mahofste

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RAMON(31031)22 de mayo de 2023 - 03:48 p. m.
Me parece una muy equilibrada columna , la reforma de la salud , no necesita ser radical , sino corregir lo que no funciona o lo hace mal , cobertura rural , controles y oportunidad en el servicio , eso era lo importante , laboral bien dicho , se enfoca en mejorar condiciones de quienes trabajan , nada para generar o formalizar y la pensional la que más se necesita , para corregir injusticias de todo tipo , escuchará el TRAMPOSO?
Alejandro(71356)22 de mayo de 2023 - 03:20 p. m.
Dos injusticias que no tratan la Ley 100 corrigen las reformas: 1. La laboral en cuanto a la injusticia con los profesores universitarios que reciben ocho meses de sueldo (7 1/2?) y durante 4 meses no tienen protección alguna. 2. Los pensionados de AFP que con la alcahuetería de Superfinanciera violan el Acto Legislativo 1/2005, que protege la población mayor y la define como vulnerable y "obliga" a los fondos a incrementar la mesada en porcentaje igual al IPC, lo cual no se cumple.
Rolando(17605)22 de mayo de 2023 - 11:50 a. m.
La Ley 100 convirtió la enfermedad en un negocio. La salud es un derecho. La ley es buena para un restringido segmento de colombianos. Pero hay enormes grupos poblacionales sin acceso a la salud. La prestación de los servicios no se reduce: las clínicas y hospitales siguen y se les pagará la deuda de las EPSs. Se volverán a abrir hospitales en muchos municipios que terminaron cerrados. También grandes hospitales como el San Juan de Dios en Bogotá. Quebraron por ineficiencia de las EPSs.
mario(196)22 de mayo de 2023 - 02:04 a. m.
Las tres reformas quedaran aprovadas antes de cumplir el primer año de gobierno. Con la tributaria y el PND hay suficientes recursos para empezar a cumplir lo prometido e implementar cambios. El sector financiero va a cambiar por voluntad propia y por primera vez veremos credito de fomento para negocios y empresas, ayudando a resolver la informalidad. LA legalizacion de tierras y el sector agropecuaria se van a reactivar en el segundo semestre. Los escritos apocalipticos estan perdiendo sustento
  • RAMON(31031)22 de mayo de 2023 - 03:49 p. m.
    Mario no cierres los ojos , el totazo puede ser muy duro.
Judith(76151)22 de mayo de 2023 - 01:34 a. m.
Estoy de acuerdo. Muy bueno el artículo. Claro, y conciso.
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