DESPUÉS DE LAS ELECCIONES DEL domingo, el presidente electo de Colombia es Juan Manuel Santos.
Tuvo una votación inmensa en la primera vuelta y en la segunda aventajó a Antanas por casi seis millones de votos. A pesar de la ventaja, hay que tener en cuenta que el Partido Verde se convirtió en la segunda fuerza política del país, por encima de los partidos tradicionales y del Polo Democrático. Hay que tener en cuenta que mientras Juan Manuel Santos hacía alianzas con casi todas las fuerzas derrotadas en la primera elección, Antanas insistió en que el Partido Verde se iría solo para la segunda vuelta, para ser fiel a sus principios. Tal vez se pueda explicar el reducido número de votos del Partido Verde por el hecho de que, después de los resultados de la primera vuelta, Antanas no consolidó, con un discurso contundente, su caudal de seguidores. También hubo maniobras de la otra campaña para desprestigiarlo. Lo que pasa con Antanas es que dentro de sus venas le corre sangre distinta a la de la mayoría de nuestros políticos tradicionales, clientelistas y tramposos. Sin embargo, en la segunda vuelta, la votación de Antanas subió en más de 500 mil votos. Eso quiere decir que hay más de 3 millones quinientos mil personas a quienes no nos gusta la ilegalidad ni el todo se vale.
Ahora lo que viene para los verdes, con la conducción de Antanas y sus colaboradores, es trabajar una fuerza ciudadana alerta, para que las malas prácticas impuestas durante el gobierno saliente no continúen en el que entra.
Los miembros del Partido Verde deben estar unidos y seguir insistiendo en hacer veedurías y control político, muy importantes para frenar la corrupción y evitar que desaparezcan los dineros públicos. Veeduría para que no se den violaciones a nuestra Constitución y entender que aunque el monopolio de la fuerza debe estar concentrado en el Estado, la Fuerza Pública no tiene patente de corso para violar el Derecho Internacional Humanitario. Otro punto de veeduría consiste en que las decisiones del poder judicial tienen que ser respetadas por el Ejecutivo. Por estos motivos fue importante la sentencia contra el coronel Plazas Vega, de 30 años de cárcel, por el delito de desaparición forzada de once personas durante la retoma del Palacio de Justicia, en 1985. Estrepitosa salida del presidente Uribe pronunciándose contra la sentencia, otra vez tratando de coartar y cuestionar la independencia de la Rama Judicial.
Es necesario que el Partido Verde siga existiendo y fortaleciéndose. No hay que echar en saco roto lo alcanzado hasta el momento, que es mucho. No hay que desanimarse. Es crucial, ahora más que nunca, que haya una veeduría o vigilancia civil independiente y deliberante, porque el gobierno que entra va a tener más del 80 por ciento del Congreso haciéndole venias oportunistas.
Como dijo Antanas, esta fuerza política apenas comienza, hay que trabajarla con la mira de llegar un día a gobernar bajo los preceptos de una sociedad civilizada y con justicia social.
