Corea, Zona desmilitarizada -DMZ-. La ola de calor que azota esta parte del mundo no da tregua tampoco, en esta quizás la última frontera de la guerra fría. El mercurio marca 37 grados. Establecida al final de la guerra de Corea, la DMZ es una de esas creaciones del ser humano perfectas para películas de ciencia ficción.
Dos kilómetros a lado y lado del paralelo 38, frontera natural entre las dos Coreas, una nación dividida por los avatares de la historia, legado que ni el final de la guerra fría logró deshacer. Las otras dos naciones que quedaron divididas al final de la segunda guerra mundial; Vietnam y Alemania ya borraron de su geografía esa frontera artificial impuesta por los de afuera; la primera reunificada bajo la dominación del norte comunista, la segunda absorbida por la poderosa República Federal.
En la península coreana se escenificó el mayor capítulo caliente de la guerra fría; tres años de guerra que comenzaron con la invasión del sur por parte del régimen comunista de Kim Il Sung, abuelo del actual mandatario y que concluyeron con un armisticio, que no tratado de paz. Por el Norte combatieron la URSS y la China de MAO que apenas un año antes había tomado el poder. Por el Sur combatió una coalición militar de Naciones Unidas encabezada por Estados Unidos de la que hacia parte nuestro batallón Colombia.
La infranqueable frontera creó dos entidades que han tenido un desarrollo totalmente desigual, no muy diferente al que tuvieron las dos Alemanias. El norte quedo encerrado en su laberinto bajo el poder dictatorial de la dinastía Kim, aislado del mundo, dependiente de China y en menor escala de Rusia, relegado económica y socialmente, cuyo principal producto de exportación es mano de obra barata y pertrechos militares, que ha sufrido hambrunas, con uno de los peores Índices de Desarrollo Humano pero armado con arsenal nuclear. Corea del Sur tras años de dictaduras militares se democratizó a finales del siglo pasado, goza de una de las economías mas dinámicas del planeta, su capital Seúl es una moderna ciudad con una infraestructura envidiable que ha sido sede de los Olímpicos y el mundial de futbol.
En tiempos recientes la DMZ ha sido fuente de noticias algo optimistas, producto de las cumbres que sostuvieron acá los mandatarios de ambas Coreas y en Singapur Donald Trump y Kim-Jong-Um tras meses de trinos amenazantes. Lograr avances en la búsqueda de la paz definitiva en la península es una labor de muy compleja orfebrería diplomática y alto riesgo que involucra además de las partes a China, Japón y Estados Unidos. Acá en la DMZ hay dos aldeas una a cada lado de la frontera que llevan años compitiendo por quien iza su bandera mas alto. Le esperanza es que algún día las icen a la misma altura o quizás solo icen una, de la Corea Reunificada.