Yom Kipur

Marcos Peckel
05 de octubre de 2022 - 05:01 a. m.

El día de hoy, de acuerdo con el calendario hebreo, se celebra el Día del Perdón, Yom Kipur, el más sagrado este, 10 días después del comienzo del año nuevo judío. En sus orígenes, Yom Kipur, día de expiación, oración, arrepentimiento, ayuno y abstinencia, nació cuando Moisés en el Sinaí le pide perdón a Dios para él y su pueblo por el episodio del becerro de oro.

Sin embargo, dada la pluralidad del pueblo judío, Yom Kipur es celebrado e interpretado de muy diversas formas, según la concepción personal de cada judío, desde los más observantes hasta los más seculares. Para pocos pasa inadvertido y de una forma u otra marca un nuevo comienzo, ya sea en asuntos trascendentales o nimiedades puntuales.

Los 10 días transcurridos desde el año nuevo hasta Yom Kipur sirven de reflexión: personal, comunitaria y nacional, destinados a cotejar lo ideal de lo real, qué hacer para que lo último se acerque a lo primero, qué nos faltó y por qué, y hacer los votos para avanzar. El concepto de perdón, uno de los más pesados en la conciencia humana, adquiere su sumo significado en este día. Se debe pedir perdón, primero al prójimo y después a Dios, en ese orden. Y otorgarlo siempre y cuando se haya hecho justicia. Yom Kipur nos exige sensibilizarnos con el dolor, las penas y el sufrimiento del mundo que nos rodea y actuar en consecuencia de acuerdo con nuestras capacidades.

Según la tradición en Yom Kipur, quedamos “sellados en el libro de la vida” para el año que viene. La enseñanza es que las reflexiones sobre aquello que queremos cambiar y lograr no son eternas, “tienen un plazo”, y deben conducir a acciones concretas, las cuales quedan “registradas y selladas”.

Hoy las sinagogas del mundo estarán rebosadas de los hijos de Israel, cumpliendo con la tradición de Yom Kipur de manera colectiva, pero cada persona en su fuero interno erigirá su camino, y aunque el balance “oficial” lo hará en Yom Kipur en el año que viene, la evaluación y las correcciones deben ser habituales.

El pueblo judío ha mantenido su identidad por más de 3.500 años gracias a unas tradiciones y costumbres originadas en los textos sagrados, muchas de las cuales ha legado a la humanidad toda. Yom Kipur, la festividad más sagrada, más allá de las penurias del ayuno, simboliza la libertad, la posibilidad de cada ser humano de elegir, de hacer los cambios en los rumbos equivocados, corregir el camino, reconectarse con Dios y con el prójimo de una manera propositiva, lastrar los odios y resentimientos, un nuevo comienzo, aligerado, para un mundo mejor.

Yom Kipur concluye con el toque del “Shofar”, el cuerno de carnero, que aparece por primera vez en la tradición judía cuando los hebreos conducidos por Josué derribaron con su sonido las murallas de Jericó entrando a la tierra prometida. Ese mismo toque, milenios después, derriba otros muros, construye otras sendas.

 

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