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Para no dar por terminado el tema de «pelo» o «cabello», que provocó muchos comentarios la semana pasada: me habían consultado también si «el siete», en referencia al corte de pelo, debería ir entre comillas.
Al respecto, la Fundéu dice que no; asumo que la razón es que se trataría de un nombre común. Ni siquiera importa que «siete» sea también un número, pues la polisemia no obliga a resaltar una palabra entre comillas o cursiva. De hecho, el Diccionario de americanismos recoge nombres de cortes de pelo en la región, como «calabacita» (que también es un fruto), que —creo— sería el equivalente del «honguito» en Colombia, y por supuesto no es una palabra que haya que encerrar o marcar de ninguna manera.
Acerca de los dos puntos, signo al que me referí en una columna reciente, también es preciso decir que es un error frecuente usarlo para introducir elementos que ya están integrados en un enunciado. Los dos puntos sobrarían en las siguientes oraciones, por ejemplo: «Mi mamá me trajo: frutas, verduras y leche» o «El jefe dijo que: “hoy pueden salir temprano”». La razón en el último caso es que la cita ya está introducida por el relativo «que». Si este se omitiera, sería adecuado el uso de los dos puntos y seguir con mayúscula: «El jefe dijo: “Hoy pueden salir temprano”».
Finalmente, en la medida de lo posible, según la Ortografía, se debe evitar repetir el uso de los dos puntos dentro de una misma oración.
