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Hoy quisiera referirme a algunos usos de las comas. En los medios de comunicación es frecuente ver este signo detrás de unas comillas de cierre, seguramente a causa de una cita textual. «”Mantengo mi postura”, dijo el presidente», por ejemplo. Allí podría surgir la duda de si, de forma incorrecta, se está separando con coma el sujeto del predicado. Sin embargo, por regla general, en este tipo de casos, por tratarse de una cita textual, el entrecomillado se separa con coma del comentario de la persona que lo transcribe. Sabemos, además, como dice el Diccionario panhispánico de dudas, que cuando este signo «se combina con puntos suspensivos o con signos de cierre de paréntesis, rayas, comillas, interrogación o exclamación, se escribe siempre detrás de ellos y seguida de minúscula».
Otra situación, que suele causar confusión, es el uso de la coma antes de la conjunción «porque». Según la misma obra, esto es adecuado cuando se introducen «oraciones causales lógicas o explicativas, también llamadas “de la enunciación”». «No has dormido, porque tienes ojeras», por ejemplo. Una forma sencilla de saber cuándo estamos ante un caso así es poner un «lo digo» antes de «porque»: «No has dormido, (lo digo) porque tienes ojeras». También sabemos que la coma es necesaria porque el sentido de la oración cambia o se pierde si quitamos el signo. En «no has dormido porque tienes ojeras», estaríamos diciendo que la razón del desvelo es el hecho mismo de tener ojeras (algo poco probable).
Nota de la editora: el título y el contenido de esta columna fueron corregidos para aclarar que la coma en cuestión debe ir antes (no después) de la conjunción «porque».
