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Hace pocos días el tema de esta columna eran las abreviaturas. Hoy quisiera volver a mirar hacia las siglas, específicamente sus desarrollos.
No está de más reiterar que ambas (siglas y abreviaturas) son representaciones gráficas, pero con características y funciones distintas. Las abreviaturas, por lo general, se cierran con punto; las siglas no. Las primeras se leen pronunciando lo que cada letra o conjunto de letras representa: «Dra.», por ejemplo, se lee «doctora». Las siglas, por otro lado, se pueden leer de corrido (si son pronunciables) o deletrear (si no se pueden pronunciar). Uno de los casos que me interesan hoy es el de «IA»: «inteligencia artificial». Debido a que su sigla se escribe en mayúscula, se tiende a pensar que su desarrollo también. Es algo similar a lo que comentaba hace algunos días sobre abreviaturas como «DD. HH.»: aunque la abreviatura lleva mayúsculas, no debe ocurrir lo mismo con su desarrollo, «derechos humanos».
Por tratarse de un nombre común (es decir, lo contrario a un nombre propio), lo indicado es la grafía con minúsculas iniciales: «inteligencia artificial». Lo mismo ocurre con «ONG», que se desarrollaría como «organización no gubernamental» u «organizaciones no gubernamentales» (porque el plural de una sigla es la misma sigla: «la ONG» o «las ONG»); «TIC», equivalente a «tecnologías de la información y las comunicaciones» y cuyo desarrollo solo iría con mayúsculas si forma parte de un nombre propio («Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones», por ejemplo); «PIB», de «producto interno bruto», entre muchos otros casos. ¿En qué otros pueden pensar?
No quisiera terminar este texto sin ofrecer disculpas por el error en la columna de la semana pasada. Sin el lapsus, el título correcto era «¿Cuándo va coma antes de “porque”?».
