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En español hay palabras y locuciones que por su similitud pueden causar confusión. Es el caso de la conjunción adversativa «sino» y la combinación entre la conjunción «si» y el adverbio «no» («si no»).
La primera puede tener varias funciones. Como explica el Diccionario panhispánico de dudas, «se usa para introducir un elemento que reemplaza o sustituye al negado en la oración precedente». Por ejemplo, este titular, en un artículo sobre la artista La Muchacha: «“Yo no lavo los platos, sino que los rompo”». Como se ve, va precedido por una coma.
Por otro lado, si el elemento que se niega en la oración no es explícito, «“sino” adquiere un valor cercano a “más que”, “otra cosa que”, y no va precedido de coma», señala el DPD. Es el caso del famoso refrán «Del afán no queda sino el cansancio». También funciona como «excepto»: «Sabes que no quiero a nadie sino a ti» (sin coma), pone como ejemplo la obra citada.
La secuencia «si no», por otro lado, sirve para plantear condicionales, como en este otro titular, en un artículo sobre el futbolista Arturo Vidal: «“Si no hubiese elegido a Colo Colo, estaría en América de Cali”».
¿Una forma sencilla para diferenciarlos? La pronunciación. «Sino» es átono, es decir, se pronuncia sin ningún relieve. En «si no», en cambio, «no» lleva una clara carga tónica.
mmedina@elespectador.com