Por estos días, el primer término en el «Observatorio de palabras» de la Real Academia Española es «ciberataque», una entrada muy útil para la agenda informativa reciente. «“Ciberataque” es una voz correctamente formada a partir del elemento compositivo “ciber-” (que se une sin guion) y “ataque”», dice el sitio web.
Aunque siempre es bueno recordar que el hecho de que aparezca en ese observatorio no quiere decir que la palabra vaya a entrar en el Diccionario de la lengua española, en este caso lo más probable es que vaya a ser así. No solo la palabra está siendo observada, sino que la propia academia reconoce que está bien formada. Además, en las más recientes actualizaciones del Diccionario se han introducido varios términos derivados de «ciber-», como «ciberdelincuencia», entre otros. Mientras más usemos «ciberataque», más probable es que llegue a ser documentada por la obra mencionada.
Adicionalmente, a partir de las noticias recientes se ha usado mucho la palabra «hackeo». Al respecto, vale la pena recordar que el DLE ha incluido términos como «jáquer», «jaquear» y «jaqueo» (poco o nada usados, si hablamos con franqueza).
Formas como «hackear», por otro lado, se consideran poco recomendables, aunque ese término en específico también figura en el DLE, en letra redonda (es decir, sin la necesidad de cursiva que tienen los extranjerismos crudos), y su pronunciación con «h» aspirada es válida (no es el único caso; pensemos, por ejemplo, en «hámster» o «Hawái»).
Sigue a El Espectador en WhatsAppTodo el asunto podría sugerir la necesidad de un replanteamiento, pues la propia academia reconoce que el uso de las formas con «h» está ampliamente extendido.
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