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Expresiones como «modelo a seguir» o «total a pagar» se volvieron tan comunes que, aunque se consideran una copia del francés, son relativamente aceptadas en nuestra lengua.
¿Por qué relativamente? Para empezar, hay palabras en español con las que se puede expresar la misma idea, como las preposiciones «por» o «para» o el relativo «que». «Estos son los exámenes a calificar» se debería reemplazar por «estos son los exámenes para calificar».
Sin embargo, instituciones como la RAE han reconocido que el uso de la preposición «a» en casos cuando el sustantivo es abstracto (un tema, un asunto, un total) se ha difundido tanto (probablemente porque es una construcción más corta) que, aunque se desaconseja, no se puede reprobar.
Lo que se recomienda, entonces, es tener en cuenta algunas cosas, como no caer en redundancias: «ejemplo», en algunos contextos, es algo digno de imitar, ¿no? En ese caso, a «ejemplo a seguir» le sobrarían dos palabras. Lo mismo pasaría con «tareas a realizar», pues una tarea por lo general es un pendiente o algo que se debe hacer en un tiempo determinado.
Por otro lado, en las construcciones con la preposición «a» se considera que el verbo en infinitivo tiene un carácter pasivo («el tema a discutir» es un tema que será discutido). Por lo tanto, como indica el Diccionario panhispánico de dudas, «tema a ser discutido» sería en todo caso incorrecto, pues se estaría duplicando ese valor pasivo.
Para resumir, aunque las formas con «a» se han difundido, no son la mejor opción en muchos casos. Se puede intentar decir lo mismo (sin perder el sentido) con «que», «para» o «por».
mmedina@elespectador.com, @alejandra_mdn
