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Al hablar o escribir, uno de los errores más comunes —quizá imperceptible para muchas personas— es la discordancia entre el pronombre y el complemento en una oración. En discursos o alocuciones, no es extraño escuchar frases como la siguiente: «Quiero decirle a los colombianos…». En prensa, vemos titulares como «Bolsonaro critica a Ford por ponerle fin a las operaciones en Brasil».
El primer ejemplo podría ser del presidente de la República dirigiéndose a los colombianos, mientras que en el caso de Bolsonaro las operaciones son las que sufrieron el «fin». Lo correcto sería identificar que el presidente les habla a los compatriotas y que Ford les pone fin a las operaciones. Si cambiamos el orden de las frases, el error en los ejemplos podría ser aun más evidente: «(Ford) a las operaciones le pone fin (¡!)» o «(El presidente) a los colombianos le habla (¡!)»... Eso no tendría mucho sentido.
En estos casos, el error existe con relación al complemento indirecto, es decir, el elemento en el que indirectamente recae la acción. En el ejemplo del presidente, el mensaje o discurso es el que es dado (por el mandatario) y quienes lo reciben son los colombianos. En el segundo, Ford puso algo (el fin) sobre las operaciones.
Por lo general, antes del complemento indirecto van preposiciones como «a» o «para». Sin embargo, una forma casi infalible para identificar un complemento indirecto es cuando corresponde con «le» o «les», dependiendo de si es singular o plural. En «le di los mensajes a mi mamá», el complemento indirecto (mamá) es singular, por lo que también lo es el pronombre «le». El complemento directo, por otro lado, se puede identificar al reemplazarlo por los pronombres «lo», «la», «los» y «las». ¿Diste los mensajes? Sí, los di. ¿Ford puso el fin? Sí, lo puso.
