Los números ordinales, como su nombre lo indica, son aquellos que nos dan una idea de orden, es decir, el lugar que un elemento ocupa en una serie o sucesión («primero», «segundo», «tercero», etc.). Son diferentes de los cardinales, que cuantifican («uno», «dos», «tres», etc.).
Hay confusiones comunes en relación con los ordinales. Una de las más frecuentes es la descoordinación entre el sustantivo y el ordinal: «la primer vez que te vi», «nuestra primer tarea», etc. Es necesario recordar que «primer» es la forma corta de «primero» que se adopta cuando va antes de un sustantivo masculino singular: «mi primer viaje al exterior», «mi primer día en la oficina». Lo correcto es coordinar el adjetivo ordinal «primera» (en femenino) cuando va junto a un sustantivo femenino: «la primera vez que te vi», «la primera tarea».
Otra confusión frecuente es la que se da entre ordinales y fraccionarios. Si bien se denominan igual entre los números tres y diez («fui el cuarto en llegar» o «deme un cuarto de aguardiente»), así como en cien, mil y millones («la milésima vez» o «la milésima parte»), en el resto de los casos los ordinales se forman distinto: «fui el undécimo en llegar» (no «el onceavo», que significa 1/11). También se consideran válidos «décimo primero» o «decimoprimero». Lo mismo sucede con «duodécimo», «décimo segundo» o «decimosegundo» (no «doceavo»); «décimo tercero» (no «treceavo»), etc. La terminación «-ava» o «-avo» solo indica fracciones (salvo en el caso de «octavo»). Por lo engorroso de estas variaciones, ha habido voces en defensa de formar los ordinales con la terminación «-ava» o «-avo». ¿Qué opinan?
Por último, están las abreviaturas, que en español siempre se cierran con punto. Por lo tanto, las abreviaturas de los ordinales no son «1ª», «1º» o «1er», sino «1.ª», «1.º» o «1.er», etc.