No sé si el senador Iván Cepeda consiga convertir en delito la “obstrucción a la paz”, pero reconozco que el debate es muy provocador y necesario. Solo que quizás es tarde para hacerlo, pues el daño ya está hecho: la paz se nos fue como agua entre las manos. No hay con quién negociar ni qué negociar.
Desde el acuerdo incumplido a Guadalupe Salcedo, en los años 50, hasta estos tiempos, la lista de obstrucciones, traiciones y bombardeos a la paz es muy, pero muy larga y sin duda falta incluirla en la biografía de nuestra vida política del siglo XX, pero como la historia se escribe de muchas maneras, las culpas han ido y venido sin...
Conoce más
