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Voy a ser práctica y directa, todos tus problemas se encuentran en tu mente. El problema no son los demás, el problema es lo que tú piensas de los demás. El problema no está afuera, el problema está basado en tus creencias y pensamientos de ataque, sobre lo que las situaciones o personas te pueden hacer.
Cuando entendí que todos y cada uno de mis problemas se encontraban en mi cabeza, en mi mente loca y pensadora, llena de expectativas y valores de cómo tenía que ser mi realidad, comencé por primera vez en mis 35 años a ser feliz y a disfrutar de todas las situaciones que atraigo a mi experiencia de vida gracias a mis pensamientos y a los programas mentales que me inculcaron mis padres y mis abuelos, y que ellos recibieron de sus abuelos ciegamente, de toda esa información errónea que recibimos llena de culpas y miedos.
El remedio a tus problemas es escuchar lo que estás pensando acerca de la vida, el dinero, la salud, la familia, el amor, el trabajo y la pareja, escuchar conscientemente todo lo que te dices a diario, todo lo que tu ego te grita para que no seas feliz. Escucha tu conversación interna contigo mismo, esa que te dice que no puedes, que mejor no intentes, y párala de una vez por todas.
Tus pensamientos no deben manejar tu vida, tú puedes manejar tus pensamientos.
Si piensas que no tienes plata, pues no tendrás. Si piensas que estás enfermo, pues bien no te vas a sentir. Si piensas que no tienes suerte, serás desafortunado. Si piensas que siempre te roban en los negocios, pues, fácil, te seguirán robando. Si piensas que solo consigues personas infieles, pues te llegarán en manada. Si piensas que estás gordito, pues créeme que la ansiedad no saciará.
Ese estado de queja permanente no solo es una hartera para los que tienes alrededor. Es una hartera para tu propia vida, porque llegan a ti más y peores problemas para quejarte.
El poder está dentro de ti. En confiar en ti mismo. En invertir tiempo en la única persona que te acompaña las 24 horas del día a donde quiera que vayas, o sea tú; aunque sea segundos para cerrar los ojos, respirar profundo, meditar y tener un instante de conexión con tu yo interno para atravesar de manera tranquila y en paz cualquier tipo de situación que estés enfrentando.
La vida es una, mira a ver cómo la quieres llevar.
Cuéntamelo en @mariaclaugarcia
