“Necesitamos líderes que se preocupen de las personas, y no que estén pendientes sólo de su poder y de su riqueza”, Rajendra Sisodia, fundador del movimiento Capitalismo Consciente.
La mayoría de los negocios se basan en la competencia, el miedo y el estrés. En esta era de la globalización es importante evolucionar, como el planeta lo está haciendo, transformando nuestro nivel de consciencia como líderes que tenemos un equipo de seres humanos a cargo. La base de las empresas son las personas, si usted cuida de sus empleados ellos se encargarán de cuidar de la empresa, los procesos y los clientes. Los empleados felices son los que mejor servicio al cliente prestan. Los empleados felices que trabajan con pasión y propósito se desempeñan en niveles consistentemente altos, multiplicando su efectividad e incrementando los resultados y las ganancias del negocio.
Gran parte de la gente trabaja en modo supervivencia, batallando hasta que sean las 6 p.m. para irse, o el viernes para dejar de pensar en lo que les toca entre semana. Es responsabilidad también de cada uno de nosotros liderar nuestra propia vida, no nos damos cuenta de que estamos más tiempo en la oficina que con nuestras familias, pasamos la mayoría de las horas de nuestro día, nuestras semanas, nuestros meses y años en el trabajo y es inaudito que lo vivamos sin propósito. Que no nos preguntemos: ¿por qué existimos? ¿Para qué estamos aquí? ¿Cómo puedo tener una mejor vida?
Cuando usted tiene un propósito de mejorar toma decisiones para hacer de su cotidianidad y la de los que lo rodean más agradable, la vida se convierte en un disfrute, puede usted dar lo mejor de sí en las labores diarias y despertar cada mañana con una sonrisa de oreja a oreja porque hace lo que ama y se divierte haciéndolo, como cuando éramos niños que no podíamos parar de jugar con nuestro juguete favorito, así se convierte el trabajo cuando encontramos nuestro propósito.
Si usted persigue la felicidad no va a ser feliz, pero si tiene un propósito le aseguro que va a llegar a ser feliz.
Debemos operar desde el bienestar, no desde el estrés y el miedo.
Un líder no puede ser egoísta, debe ser altruista y crear una visión de lo que sucederá en la empresa ayudando a su equipo a lograrla, creando valor en su gente y desarrollando una cultura en donde se sienta el espíritu empresarial y se disfruten las responsabilidades diarias. Un líder consciente es el que se mueve por lo humano, entendiendo que las utilidades y ganancias de la compañía vendrán creando un mejor futuro para sus empleados y ellos en gratitud se quemarán las pestañas por servir a su compañía.
“Necesitamos líderes que se preocupen de las personas, y no que estén pendientes sólo de su poder y de su riqueza”, Rajendra Sisodia, fundador del movimiento Capitalismo Consciente.
La mayoría de los negocios se basan en la competencia, el miedo y el estrés. En esta era de la globalización es importante evolucionar, como el planeta lo está haciendo, transformando nuestro nivel de consciencia como líderes que tenemos un equipo de seres humanos a cargo. La base de las empresas son las personas, si usted cuida de sus empleados ellos se encargarán de cuidar de la empresa, los procesos y los clientes. Los empleados felices son los que mejor servicio al cliente prestan. Los empleados felices que trabajan con pasión y propósito se desempeñan en niveles consistentemente altos, multiplicando su efectividad e incrementando los resultados y las ganancias del negocio.
Gran parte de la gente trabaja en modo supervivencia, batallando hasta que sean las 6 p.m. para irse, o el viernes para dejar de pensar en lo que les toca entre semana. Es responsabilidad también de cada uno de nosotros liderar nuestra propia vida, no nos damos cuenta de que estamos más tiempo en la oficina que con nuestras familias, pasamos la mayoría de las horas de nuestro día, nuestras semanas, nuestros meses y años en el trabajo y es inaudito que lo vivamos sin propósito. Que no nos preguntemos: ¿por qué existimos? ¿Para qué estamos aquí? ¿Cómo puedo tener una mejor vida?
Cuando usted tiene un propósito de mejorar toma decisiones para hacer de su cotidianidad y la de los que lo rodean más agradable, la vida se convierte en un disfrute, puede usted dar lo mejor de sí en las labores diarias y despertar cada mañana con una sonrisa de oreja a oreja porque hace lo que ama y se divierte haciéndolo, como cuando éramos niños que no podíamos parar de jugar con nuestro juguete favorito, así se convierte el trabajo cuando encontramos nuestro propósito.
Si usted persigue la felicidad no va a ser feliz, pero si tiene un propósito le aseguro que va a llegar a ser feliz.
Debemos operar desde el bienestar, no desde el estrés y el miedo.
Un líder no puede ser egoísta, debe ser altruista y crear una visión de lo que sucederá en la empresa ayudando a su equipo a lograrla, creando valor en su gente y desarrollando una cultura en donde se sienta el espíritu empresarial y se disfruten las responsabilidades diarias. Un líder consciente es el que se mueve por lo humano, entendiendo que las utilidades y ganancias de la compañía vendrán creando un mejor futuro para sus empleados y ellos en gratitud se quemarán las pestañas por servir a su compañía.