Su nombre es Costas Vaxenavis. Ha seguido al centímetro la crisis de su país, Grecia, desde las columnas de un pequeño periódico, Hot Doc, que lanzó en abril pasado con el fin de informar con total independencia sobre la tragedia que vive su país con la debacle financiera que le ha significado la debacle económica con su secuela de seis años de recesión y de pobreza generalizada.
Su propósito es presentar la verdadera historia y sus principales responsables. Punto fuerte en su tarea, las denuncias contra el exministro de Defensa Akis Tsochatzopolous por coimas recibidas en contratos millonarios para la adquisición de armas, así como sobre corrupción de otros servidores públicos.
Vaxenavis fue por años corresponsal de guerra, reconocido productor del programa de investigación Caja de Pandora. El pasado octubre publicó la “Lista Lagarde”, un informe especial a partir de la información entregada en 2009 por la entonces ministra de Hacienda francesa al gobierno griego y que este “engavetó¨, con los nombres de 2.000 griegos con cuentas en Suiza. Además del delito de evasión de impuestos, Vaxenavis, como todo un héroe en solitario, denunció los lujos y excesos de estos miembros de la élite griega, políticos, empresarios y miembros de familias tradicionales, que contrastan afrentosamente con las medidas de austeridad que tiene ahogados a los ciudadanos del común enfrentados a un desempleo del 24% en medio de recortes draconianos en casi todos los programas y ayudas de la seguridad social.
Si la evasión de impuestos, una práctica común en Grecia, no hubiera sido tan extrema, muy seguramente, según informes del Fondo Monetario Internacional, el descalabro griego no habría tenido las proporciones que ha alcanzado. Vaxenavis hizo público los nombres de los evasores contenidos en la “Lista Legarde”, que es el apellido de la directora general del Fondo Monetario Internacional, Christine Legarde y exministra de Hacienda francesa. Las demandas no se hicieron esperar, fue acusado ante la justicia y enfrentó la posibilidad de hasta cinco años de cárcel por supuestamente divulgar informaciones de carácter confidencial.
Su juicio en una Corte de Atenas concentró la atención de los griegos y cuando se creía que sería condenado, un juez falló a favor de Vaxenavis. La sentencia estableció que el periodista había actuado en defensa del interés público, sin consideración de la manera como había obtenido la información. Un valioso precedente a la hora valorar el sentido de la publicación de contenidos informativos que resulten útiles para la sociedad, sin enredarse en la manera como éstos se obtienen, situación que con frecuencia desconocen fiscales y jueces en Colombia.
Adéndum. Sorprende la eficacia y la rapidez con que la ciudad de Nueva York ha logrado recuperarse de los desastres que dejó el huracán ‘Sandy’ con su saldo de al menos 80 personas muertas. El sur de Manhattan y zonas cercanas fueron inundadas, el metro colapsado, árboles caídos y un apagón eléctrico para una parte significativa de sus familias, toneladas de alimentos perdidos por falta de refrigeración. Gracias a una mezcla de disciplina ciudadana, eficiente administración de los recursos de la ciudad y confianza en las autoridades, cuatro días después ya no había quedado huella de la debacle producida por “la tormenta monstruo”, como la denominaron los neoyorquinos.
Su nombre es Costas Vaxenavis. Ha seguido al centímetro la crisis de su país, Grecia, desde las columnas de un pequeño periódico, Hot Doc, que lanzó en abril pasado con el fin de informar con total independencia sobre la tragedia que vive su país con la debacle financiera que le ha significado la debacle económica con su secuela de seis años de recesión y de pobreza generalizada.
Su propósito es presentar la verdadera historia y sus principales responsables. Punto fuerte en su tarea, las denuncias contra el exministro de Defensa Akis Tsochatzopolous por coimas recibidas en contratos millonarios para la adquisición de armas, así como sobre corrupción de otros servidores públicos.
Vaxenavis fue por años corresponsal de guerra, reconocido productor del programa de investigación Caja de Pandora. El pasado octubre publicó la “Lista Lagarde”, un informe especial a partir de la información entregada en 2009 por la entonces ministra de Hacienda francesa al gobierno griego y que este “engavetó¨, con los nombres de 2.000 griegos con cuentas en Suiza. Además del delito de evasión de impuestos, Vaxenavis, como todo un héroe en solitario, denunció los lujos y excesos de estos miembros de la élite griega, políticos, empresarios y miembros de familias tradicionales, que contrastan afrentosamente con las medidas de austeridad que tiene ahogados a los ciudadanos del común enfrentados a un desempleo del 24% en medio de recortes draconianos en casi todos los programas y ayudas de la seguridad social.
Si la evasión de impuestos, una práctica común en Grecia, no hubiera sido tan extrema, muy seguramente, según informes del Fondo Monetario Internacional, el descalabro griego no habría tenido las proporciones que ha alcanzado. Vaxenavis hizo público los nombres de los evasores contenidos en la “Lista Legarde”, que es el apellido de la directora general del Fondo Monetario Internacional, Christine Legarde y exministra de Hacienda francesa. Las demandas no se hicieron esperar, fue acusado ante la justicia y enfrentó la posibilidad de hasta cinco años de cárcel por supuestamente divulgar informaciones de carácter confidencial.
Su juicio en una Corte de Atenas concentró la atención de los griegos y cuando se creía que sería condenado, un juez falló a favor de Vaxenavis. La sentencia estableció que el periodista había actuado en defensa del interés público, sin consideración de la manera como había obtenido la información. Un valioso precedente a la hora valorar el sentido de la publicación de contenidos informativos que resulten útiles para la sociedad, sin enredarse en la manera como éstos se obtienen, situación que con frecuencia desconocen fiscales y jueces en Colombia.
Adéndum. Sorprende la eficacia y la rapidez con que la ciudad de Nueva York ha logrado recuperarse de los desastres que dejó el huracán ‘Sandy’ con su saldo de al menos 80 personas muertas. El sur de Manhattan y zonas cercanas fueron inundadas, el metro colapsado, árboles caídos y un apagón eléctrico para una parte significativa de sus familias, toneladas de alimentos perdidos por falta de refrigeración. Gracias a una mezcla de disciplina ciudadana, eficiente administración de los recursos de la ciudad y confianza en las autoridades, cuatro días después ya no había quedado huella de la debacle producida por “la tormenta monstruo”, como la denominaron los neoyorquinos.