A Edison Lizcano, de 22 años, lo mató el ejército el 18 de mayo de 2002. Lo sacaron a balazos de la casa de sus suegros, en la zona rural de Dabeiba. Lo interrogaron, junto con otros jóvenes, a golpes de culata. Dejaron ir a unos, pero a Lizcano lo fusilaron. Llevaron su cuerpo a la morgue del pueblo, lo desaparecieron y lo enterraron clandestinamente en el Cementerio de las Mercedes.
La familia vio lo que pasó, los amigos torturados también. El médico forense constató que al joven lo mataron con “un proyectil de arma de fuego” por detrás de la oreja, una maniobra solo posible si estaba boca abajo contra el suelo. La ayudante de la...
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