Tres mujeres recias y una Corte que aún no llega a su altura

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María Teresa Ronderos
12 de febrero de 2024 - 02:05 a. m.
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La semana pasada la Corte volvió a fracasar en su intento de nombrar fiscal general de la Nación. El fiscal Francisco Barbosa termina su período hoy y no hay funcionario en propiedad que lo reemplace. Queda encargada —o encartada— una fiscal cuestionada y débil.

El presidente Petro presentó una terna de tres mujeres recias y la Corte aceptó a las candidatas. Revisando ternas de otros años, difícilmente ha habido una de este calibre. Mujeres comprometidas con hacer justicia hasta ponerse en riesgo. Ninguna es relleno.

Luz Adriana Camargo, fiscal de larga trayectoria, consultora de la CIDH, creadora de estándares de transparencia, jefa del departamento de investigación y litigio en la Cicig y formada por la ONU en Guatemala, fue parte del equipo jurídico que desarticuló la maraña político-mafiosa que ahogaba a los ciudadanos de ese país, hasta que lo expulsaron.

Ángela María Buitrago, profesora, penalista, formadora de fiscales, perito ante la CorteIDH, investigadora del espeluznante caso de la matanza de Ayotzinapa en México. A un gran costo personal, desnudó las atrocidades cometidas por los militares en la retoma del Palacio de Justicia y los lazos con el paramilitarismo de un gobernador y un senador.

Amelia Pérez ha sido jueza, fiscal regional y seccional y estuvo al frente de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía en los peores años de las masacres y los secuestros, entre 1995 y 2002, pero fue amenazada y tuvo que irse al exilio por someter a la justicia a sus responsables.

Los 23 magistrados de la Corte podrían tirar un dado y escoger a la que saliera por azar, y los colombianos sabríamos que tendríamos a una fiscal infinitamente mejor jurista y persona que el fiscal saliente. ¿Por qué no han podido ponerse de acuerdo?

Dice La Silla Vacía que escogerán solo cuando consigan asegurarse de que la elegida les va a dar cuotas en la Fiscalía a sus protegidos. ¿Están empantanados realmente porque ninguna candidata ha satisfecho el apetito clientelista de unos cuántos magistrados?

Con una coyuntura actual tan delicada es difícil creer que sean tan miopes. El llamado del secretario general de la OEA, que no es un ingenuo ni se come cualquier cuento de petristas, advierte que hay fuerzas tratando de derrocar al presidente Petro. Puede haber un quiebre institucional serio en Colombia, dice. La Fiscalía saliente ha enfocado su luz de justicia exclusivamente sobre el gobierno (exprimiendo al máximo el caso de Nicolás Petro para desparramar el mayor barro posible contra el presidente, apresuradamente alistando pruebas endebles por violaciones en la campaña electoral con la disposición incluso de meter preso al presidente de Ecopetrol), y la Procuraduría parece seguir sus pasos.

Debe haber una presión monumental sobre la Corte: narcotraficantes, grandes empresarios con pedazos del Estado capturados, exmilitares y cómplices de paramilitares vengativos e incluso de carteles internacionales de la droga que querrán impedir a toda costa que una mujer proba, inteligente, experimentada y valerosa llegue a dirigir y sanear la Fiscalía; que ponga la entidad realmente al servicio del público. Sería patético descubrir que alguno de esos interesados compró suficiente voluntad en el alto tribunal como para sabotear esta terna.

Los 23 magistrados de la Corte se pueden elevar aún a la altura de las circunstancias y demostrar al mundo de qué fibra están hechos los jueces colombianos. Ya lo hizo otra Corte cuando no permitió la tercera reelección de Uribe; resistió el embate de un presidente poderoso y popularísimo, demostrando que, a pesar de todo, la justicia en Colombia es independiente. Tengan el coraje, magistrados, y elijan pronto a una fiscal que de veras dará la batalla contra la corrupción, el mal que corroe a la nación.

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Dorita(37038)14 de febrero de 2024 - 04:50 a. m.
Gracias por su columna de opinión. Más de 11 millones respaldamos la terna y queremos justicia, no impunidad.
ADERBAL(sqnwz)13 de febrero de 2024 - 08:56 p. m.
pero si ellos mismos ( los magistrados) son los primeros corruptos, no ven que lo que quieren son puestos en la fiscalía?
PEDRO(12551)13 de febrero de 2024 - 07:11 p. m.
Este artículo que devela no solo la realidad jurídica de las altas cortes que logró permear Álvaro Uribe Vélez, y que llegó al extremo del Cartel de la Toga, que a estos tiempos a mutado, en donde ninguna de las tres cortes tiene limpias las manos respecto de sus deberes y misionalidad. La ética parece ser algo que está lejano para algunos magistrados que le hacen el juego a desmontar el Estado Social de Derecho y eliminar la Confianza Legítima que los colombianos le hemos dado.
ODILIO(98535)13 de febrero de 2024 - 05:18 p. m.
que bien excelente comentario, totalmente de acuerdo con sus apresiaciones.
Jaime(64690)13 de febrero de 2024 - 09:15 a. m.
El país tiene derecho a exigirle a la Corte que haga su trabajo y más después de cuatro temibles años de Barbosa y el encargo a una fiscal desprestigiada. No más argumentos simplistas tales como que "no es atípico' que necesiten meses o años para tomar una decisión.
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