Publicidad

Sirirí

De bicicletas y patinetas

Mario Fernando Prado
14 de octubre de 2022 - 05:30 a. m.

Un segmento considerable de la nueva juventud no quiere tener carro propio, que hasta hace pocos años era el sueño de toda la muchachada.

No contenta con usar mal el carro de sus progenitores, pedía y casi que exigía de regalo de grado un cero kilómetros cuando no una moto. Y había que darles gusto porque si no, no podían llegar a la universidad. Los “papases”, además de pagar costosos semestres, se “enquimbaban” a 60 meses para darles gusto a los carajos esos.

Pues al parecer esos tiempos se están acabando. Muchísimos jóvenes de hoy no quieren carro ni regalado: o no tienen dónde parquearlo o el parqueadero es venenoso, la gasolina —que ahora subirá cada mes— les resulta costosísima y los talleres y repuestos están por las cumbres. Mejor dicho, el otrora anhelado carro propio se les volvió un encarte.

Así las cosas, los medios alternativos al transporte público, que es una pesadilla —¿o no?—, se llaman cicla o patineta.

Una bicicleta no tiene mayores costos de mantenimiento distintos a la engrasada y el aire para las llantas. Cada vez hay más ciclorrutas, son ágiles, se pueden dejar en cualquier parte, sirven para hacer ejercicio, no conocen los trancones, resultan ideales en las congestionadas vías y los fines de semana son compañeras de paseos recreativos.

Por otra parte, ya están las bicis gratis, que se toman prestadas en varios sitios y se devuelven en otros lugares, servicio que se ofrece de manera gratuita auspiciado por los gobiernos municipales.

También se están poniendo de moda las patinetas eléctricas. Se conectan como si fueran cualquier electrodoméstico, algunas son desarmables y se guardan en un pequeño bolso práctico y liviano.

Estamos, pues, frente a una verdadera revolución en la movilidad.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar