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Ojo con María Claudia

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Mario Fernando Prado
20 de junio de 2025 - 05:06 a. m.
“[María Claudia Tarazona] se yergue como una muy seria y aplastante opción legislativa o ejecutiva”: Mario Fernando Prado
“[María Claudia Tarazona] se yergue como una muy seria y aplastante opción legislativa o ejecutiva”: Mario Fernando Prado
Foto: José Vargas
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En medio de este acabose político que estamos viviendo con la incertidumbre de un ojalá no fatal desenlace del atentado a Miguel Uribe –cuya vida depende de un milagro–, ha resurgido cual ave Fénix la figura de su esposa, María Claudia Tarazona.

Sus muy breves a apariciones en los medios y en las redes, rogando y suplicando por la salud de su esposo –dicen que diez años menor que ella– han perfilado un ser humano especial, con un talante y una fuerza tales que tiene a los colombianos, no solo orando por él, sino también solidarizándose con su dolor. Se ha creado en torno a ella un fenómeno político –mediático, sí– pero nacido de las entrañas de un país atribulado por la violencia y desesperanzado ante la posibilidad de un final trágico que –repito e insisto– ojalá no se produzca.

¿Y si ello llegase a ocurrir, quién tomaría las banderas de este mártir de la democracia cuya tragedia ha tocado las entrañas de millones de colombianos? ¿Habría alguien con más autoridad que su coequipera de vida? La madre de su hijo y de las otras tres niñas que le lloran inconsolables como le sucedió a él, paradójicamente, cuando la maldita violencia le arrebató a su madre, Diana Turbay, siendo aún un niño de no más de cuatro años y medio. Con una sólida formación universitaria y trabajos realizados en favor de las comunidades más vulnerables, con cero aspiraciones políticas, ajena a todo lo asqueante que ronda al otrora “arte de servir”, cercana, talentosa, absolutamente honesta, se yergue como una muy seria y aplastante opción legislativa o ejecutiva, si es que ella desea honrar patrióticamente la memoria de su marido.

Llegado el caso y –repito, que ojalá así no sea– allí estaría María Claudia continuando la carrera meteórica de esta joven y prometedora figura de esa política honesta y comprometida que podría salvar a Colombia del caos en que estamos sumidos.

¡Fuerza María Claudia, Colombia estará contigo!

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