Acostumbrados a las fundaciones chimbas —de esas que se crean para capar impuestos y que uno no sabe por qué no las intervienen, habida cuenta de que sus gestores son oscuros personajillos de la política y la burocracia—, llama la atención una que cumple 40 años de realizar una labor encomiable.
Se trata de la Fundación WWB Colombia, que ha trabajado por el cierre de brechas de desigualdad para las mujeres y por la promoción de su participación activa en el desarrollo económico del país.
En 1982, un grupo de pilosas caleñas constituyó esta fundación, abogando por la inclusión financiera de aquellas mujeres en situación de vulnerabilidad socioeconómica a través del microcrédito.
El éxito obtenido —porque las mujeres son muy buena paga— motivó a que esta semilla diera origen al Banco W, ofreciendo oportunidades incluso para los hombres, con un resultado extraordinario.
En ese orden de ideas, la fundación fomentó la generación, difusión y apropiación de conocimientos y ha realizado inversiones de alto impacto social en Colombia y otros cinco países de Latinoamérica.
El año pasado, 15.241 personas participaron en los programas de la fundación, destinándose más de $2.000 millones a ocho gestiones de cierre de brechas.
“Reactívate” es un programa implementado en 14 municipios del Valle y tres del Cauca que atendió a más de 3.000 personas víctimas de la emergencia social generada por el COVID-19.
Una serie de eventos conmemorativos se están realizando por estos días con la presencia de Michaela Walsh, fundadora de la Banca Mundial de la Mujer, y otras importantes personalidades de esta institución, francamente ejemplar.
Acostumbrados a las fundaciones chimbas —de esas que se crean para capar impuestos y que uno no sabe por qué no las intervienen, habida cuenta de que sus gestores son oscuros personajillos de la política y la burocracia—, llama la atención una que cumple 40 años de realizar una labor encomiable.
Se trata de la Fundación WWB Colombia, que ha trabajado por el cierre de brechas de desigualdad para las mujeres y por la promoción de su participación activa en el desarrollo económico del país.
En 1982, un grupo de pilosas caleñas constituyó esta fundación, abogando por la inclusión financiera de aquellas mujeres en situación de vulnerabilidad socioeconómica a través del microcrédito.
El éxito obtenido —porque las mujeres son muy buena paga— motivó a que esta semilla diera origen al Banco W, ofreciendo oportunidades incluso para los hombres, con un resultado extraordinario.
En ese orden de ideas, la fundación fomentó la generación, difusión y apropiación de conocimientos y ha realizado inversiones de alto impacto social en Colombia y otros cinco países de Latinoamérica.
El año pasado, 15.241 personas participaron en los programas de la fundación, destinándose más de $2.000 millones a ocho gestiones de cierre de brechas.
“Reactívate” es un programa implementado en 14 municipios del Valle y tres del Cauca que atendió a más de 3.000 personas víctimas de la emergencia social generada por el COVID-19.
Una serie de eventos conmemorativos se están realizando por estos días con la presencia de Michaela Walsh, fundadora de la Banca Mundial de la Mujer, y otras importantes personalidades de esta institución, francamente ejemplar.