Han vuelto, como todos los años, las ballenas jorobadas a las cercanías de Buenaventura específicamente a desovar en este lugar de nuestra costa pacífica. Y no me pregunten por qué allí, pero el hecho es que hasta el próximo mes de octubre podrá apreciarse el espectáculo de avistamiento de estos cetáceos cuya buena parte de sus humanidades mastodónticas asoman a la superficie emitiendo sonidos onomatopéyicos, en un espectáculo único en su género que atrae turistas de todas partes del mundo.
El avistamiento de ballenas este año prevé que lleguen a nuestro “bello puerto del mar mi Buenaventura” más de 300 mil visitantes en estos cuatro meses, quienes generarán ingresos cercanos a 20 millones de dólares, de los cuales un 20 % se concentrarán en el puerto, generando 600 empleos temporales en hospedajes, transporte, gastronomía y servicios turísticos.
Según las autoridades, hay tres recomendaciones para esta actividad: respetar y cuidar el medio ambiente, hacerlo con operadores certificados y que se conviertan en embajadores del Valle del Cauca.
Adicionalmente, Cali también resultará beneficiada como ciudad articuladora de la ruta hacia el Pacífico, con un impacto económico de medio millón de dólares. La Gobernación del Departamento y la Secretaría de Turismo del Valle están garantizando la máxima seguridad con una labor integral que están adelantando la Policía, el Ejército y la Armada nacional al igual que las autoridades del Distrito.
La Guardia Costera acompañará permanentemente a los turistas, quienes también podrán gozar además de las playas y la exuberancia de Juanchaco, Ladrilleros y Bahía Málaga. Así que prográmense para vivir una experiencia única que cada vez cobra más adeptos de todos los continentes. “Sí, en Buenaventura, ve”.