… Y toda la biodiversidad del país. Hace alrededor de 50 años, un líder bonachón de Paipa o Tunja, que se lo disputan, lanzó alertas sobre los peligros que rondaban –y rondan– al lago de Tota. Era Carlos Eduardo Vargas Rubiano, “Carlosé”, un hombre irrepetible que escribió y reclamó de la nación la necesaria atención que exige el depósito hídrico de importancia turística y paisajística que es aquel tesoro.
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Justamente en el centenario de Carlosé (1920-2011) se está ventilando el estado cada vez más lastimoso del famoso espejo de agua, y las discusiones y precisiones técnicas de varios funcionarios ponen al descubierto que el Estado nunca sabe o no entiende o no quiere entender lo que se debe hacer sin dilación. En reciente programa televisivo hablaron el gobernador, el procurador delegado y otras autoridades para explicar el impacto de los vertimientos de diverso origen que afectan al lago. Siguiendo el análisis, sorprende que las tierras circundantes del objeto de discusión sean de propiedad privada, como cualquier fábrica de zapatos o de longanizas.
Entonces preguntamos: ¿cómo así que la salud del lago y de los habitantes de Aquitania, Cuítiva, Firavitoba, Iza, Nobsa, Sogamoso y Tota, cuyos acueductos se surten de esa fuente, depende de lo que hagan los dueños de los predios aledaños? ¿Y cómo se maneja la actividad hotelera, que también implica la producción de vestigios orgánicos? ¡Eso es un despropósito y refleja la forma olímpica como sucesivas administraciones ven la cosa pública! ¿Acaso hay insalvables cortapisas legales que impiden desprivatizar ese bien único como si en este caso también lo privado estuviera por encima de lo colectivo? ¿Y entonces para qué está el Legislativo sino para regularizar los asuntos de importancia?
La urgencia de asegurar un uso pasivo del contorno se desprende de algo bastante lógico: la cebollicultura y la ganadería producen residuos nocivos para un elemento que no corre sino que se apoza, y resulta que las mediciones de plomo en el lago arrojan un dato alarmante: 95 veces, o sea, 9.500 % de los estándares mundiales. Además, en Aquitania ha aumentado la morbilidad del cáncer.
En la discusión televisada se hablaba en términos polémicos de las formas técnicas de hacer o no hacer las evaluaciones de calidad. Entendemos que el control se debe realizar con arreglo a determinados protocolos (¡aquí también!), obviamente, pero aquí estamos ante una realidad que no admite controversias. ¿O habrá que esperar a que los márgenes permisibles de contaminación acaben con el lago y con la vida?
Los boyacenses debiéramos ejercer una presión masiva ante este problema, llevando a que el departamento y la nación dejen de irse por las ramas, y se propicien de una vez por todas las determinaciones inaplazables del caso.
¿Qué tal un cabildo abierto? Y que los alcaldes en conflicto de intereses se declaren impedidos.
Tris más 1. Frente al ruido pensional, que no se deje por fuera del derecho a vivir a miles de potenciales sustitutos, hombres y mujeres.
Tris más 2. Francisco vaticano reafirma su opción por la felicidad de la gente, sin importar hacia dónde apuntan sus ímpetus amatorios.
* Sociólogo, Universidad Nacional.
